miércoles, 27 de mayo de 2009

Entremos al Tabernáculo…

Esta semana este material es un poco diferente a los anteriores. Hasta ahora he estado usando solamente el bosquejo de los estudios que ofrezco cada miércoles en la tarde en Bretwood Baptist Church. Sin embargo, la acogida de este material en Internet ha sido tan abrumadora que trataré, de ahora en adelante, de dar un poco más de información para ayudar a los que están realizando estos estudios online. A ustedes, aunque no les conozco, les amo en el Señor. Me pueden encontrar en Facebook y en Twitter si desean establecer un intercambio más personal, basado siempre en el respeto mutuo y la comprensión.

Entremos al Tabernáculo…
No debemos de olvidar que este es un lugar que estaba reservado solo para los sacerdotes. Nadie del pueblo podía entrar. Los sacerdotes tenían, antes de entrar, que lavarse las manos y los pies en la fuente de agua que estaba en el patio. Los que no lo hacían morían. Pero hay algo maravillosos para nosotros. Si usted ha recibido a Cristo como Señor y Salvador entonces puede acompañarme y entrar porque ahora usted ha sido investido también con el sacerdocio, leamos 1 Pedro 2:9.

En Éxodo capitulo 26 se habla de los materiales que se utilizaron para la construcción del Tabernáculo y en Éxodo 36 se cuenta como se construyó de acuerdo a las instrucciones específicas dadas por Dios y de acuerdo al modelo mostrado por Él a Moisés. Los materiales fueron:
48 tablas de madera de Acacia, leamos Éxodo 26:15-25
100 basas de plata: 96 basas, dos para cada tabla, y otras cuatro basas, una para cada columna del velo.
También se fabricarían barras, leamos Éxodo 26:26-29

Se harían columnas con sus capiteles, leamos Éxodo 26:32,37 y 36:36,38 y se fabricarían cortinas para la entrada, leamos Éxodo 26:1-6 y para otras funciones en el Tabernáculo.

Hagamos una breve descripción de las cortinas:
La primera cortina estaba hecha de pelo de cabra y debajo cubiertas de lino. Leamos Éxodo 25:4; 26:7. La segunda cortina era de pieles de carnero teñidas de rojo, leamos Éxodo 25:5 y 26:14. Y la cortina que cubría al Tabernáculo era de pieles de tejones teñidas y pieles finas, leamos Éxodo 25:5. Una verdadera obra de artífices siguiendo el diseño elaborado por Dios y según el modelo que le fue mostrado a Moisés.

Las dimensiones del Tabernáculo eran las siguientes:

30 codos de largo (45 pies ó 13,80 m); 10 codos de ancho (15 pies ó 4,60 m) y 10 codos de alto (15 pies ó 4,60 m)
El lugar Santo medía: 20 codos de largo (30 pies ó 9,20 m) y 10 codos de ancho (15 pies ó 4,60 m) y el lugar Santísimo medía: 10 codos de largo (15 pies ó 4,60 m) y 10 codos de ancho (15 pies ó 4,60 m).

Pero no nos demoremos más, me imagino que usted debe estar tan ansioso como yo para entrar en el llamado Lugar Santo. Con mucho cuidado vamos a apartar la cortina que cubre la entrada y al penetrar, de inmediato vamos a quedar deslumbrados por la intensa luz que proviene de la única fuente de luz existente: el llamado Candelero o Menorá. Moisés probablemente no sabía mucho de luces e iluminación, pero Dios sí es un experto en “dar luz”. Leamos Éxodo 25:31-40.

Piense y trate de imaginarse por un momento el efecto producido por la luz de la Menorá al chocar con las tablas cubiertas de oro que formaban las paredes. Esta era la única luz que había en el Tabernáculo, pero era más que suficiente. Esta luz se mantenía día y noche encendida. Yo soy muy curioso y me pregunto si algunos hebreos le habrán preguntado a alguno de los sacerdotes cómo era ese lugar Santo al cual ellos no podían entrar. Cómo podrían describir, si lo hubieran hecho, la luz que desprendía la Menorá…

Hablemos un poquito más acerca del Candelero de oro o Menorá.
El mismo estaba hecho de un talento (125 libras, 56 kg) de oro puro labrado en una sola pieza. Observe que no era una pieza de fundición. El oro fue laminado a martillo y fue hecho de manera única. Es de notar que no se dan sus dimensiones. Estaba formado por un eje central con seis brazos, tres a cada lado formando así un candelero de siete brazos. Cada brazo tenía manzanas, flores y una copa en forma de flor de almendro para colocar aceite puro de oliva que era el que ardía constantemente para permitir que el Tabernáculo estuviera iluminado.
La tarea del sacerdote era mantener la llama encendida permanentemente. El candelero era el primer objeto que se veía al entrar en el Tabernáculo. Este era un recordatorio a los sacerdotes de que Dios es la Luz. La Menorá es uno de los objetos que el pueblo hebreo y el judaísmo han mantenido como símbolo para testificar que Dios es la Luz. Apocalipsis 4:5
En Apocalipsis 1:4 se mencionan siete espíritus. Debemos tener presente que en la Biblia siempre el número siete representa la perfección de Dios y Sus atributos.
Recordemos que la Palabra de Dios es luz para los creyentes. Ella los guía por la vida y los protege del mal y de la oscuridad, leamos el Salmo 119:105. La Biblia dice que Jesús es el Verbo (la Palabra/la Acción) de Dios hecho carne (hombre), leamos Juan 1:1,14. Jesús se llamó a sí mismo la luz del mundo, y dijo que quienes lo siguieran a Él jamás andarían en la oscuridad, leamos Juan 8:12; 9:5 y 12:46. Leamos también Mateo 5:14
Tal vez usted nunca antes haya pensado que usted es un Candelero de Dios y que hemos sido escogidos para mostrar la Luz de Jesús a un mundo que perece en las tinieblas. La luz de Cristo está en los creyentes. Nosotros son la luz de Dios, somos Sus testigos para mostrarle al mundo Su amor por él. Leamos Efesios 5:8 y Juan 12:46. La luz en la Menorá, dentro del Tabernáculo debía estar siempre alumbrando. Nuestra luz, tampoco puede extinguirse jamás. Sin embargo, el fulgor de nuestra llama depende de la cantidad de aceite. El aceite puro de oliva que vertían los sacerdotes en la Menorá representaba al Espíritu Santo. Por eso nuestra luz dependerá de la cantidad de Su Espíritu que le permitimos a Cristo que derrame en nosotros. Podemos y debemos luchar por ser llenos del Espíritu Santo, por tener su plenitud. Leamos Efesios 5:18. Quiero que hoy terminemos con una idea en la cual debemos pensar durante esta semana: “Los seguidores de Jesucristo están llamados a ser luces en los lugares donde hay tinieblas. Los seguidores de Jesucristo proyectan la luz de Eel, cuando son sus testigos y actúan y hablan em consecuencia, Mateo 5:14-16

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Oscar