domingo, 6 de septiembre de 2009

Los que fueron salvos estarán en el cielo

Los que fueron salvos estarán en el cielo con Jesús disfrutando con Él y con los familiares que murieron y habían recibido a Cristo como Señor y Salvador. Sin embargo, hay un gran peligro en asumir que NOS MERECEMOS el cielo o que podemos hacer algo para alcanzarlo. Más triste aún es que debemos llegar a tener la certeza de que no podemos hacer algo por los que murieron sin Cristo. Jesús fue bien claro en Mateo 7:14: ”Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran”.(NVI)

Me parece que en este asunto no nos podemos arriesgarnos a ESPERAR para ver lo que pudiera pasar después de la muerte. No podemos cruzar los dedos y espera que “vamos a tener buena suerte” para ver si nuestros nombres están escritos en el Libro de la Vida, observe lo que dice Apocalipsis 21:27, “…Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino sólo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero”.(NVI) No pienso que sea algo opcional. Estoy convencido que esto es muy importante, es algo que nosotros tenemos que saber, y ¡tenemos que SABERLO AHORA!

Creo que todos estamos conscientes de que podemos morir en cualquier momento, por lo tanto, tenemos que saber AHORA MISMO a dónde vamos a ir cuando esto ocurra. Déjeme advertirle algo. Si siente algo que le dice que NO PIERDA SU tiempo en estudiar o hablar sobre ESTAS BOBERIAS, sepa que NO ES DIOS. Observemos lo que dice en 2 Corintios 6:2 “Porque él dice: «En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé.» Les digo que éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación! (NVI) No hay un solo lugar en la Biblia cuando se hable de la salvación en el que se diga que es un asunto que se puede dejar para luego. Es un tema URGENTE y hay que enfrentarlo con urgencia.

Ahora, déjeme hacerle una pregunta indiscreta: ¿Está seguro de que va a ir al cielo cuando muera? Perdóneme la insistencia y la molestia, pero tengo que decirle que no hay alternativas. Desafortunadamente ¡No hay términos medios! Es una cosa o la otra. Si no va al cielo, entonces va para el infierno. No importa que algunos nieguen su existencia y que otros prefieran ignorarlo o no hablar de ella es una triste realidad y el infierno es la única alternativa para aquellos que no reciban a Cristo como Señor y Salvador. El infierno es un lugar de castigo, observemos lo que dice Mateo 25: 41-46:41 »Luego dirá a los que estén a su izquierda: "Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.42 Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron nada de comer; tuve sed, y no me dieron nada de beber;43 fui forastero, y no me dieron alojamiento; necesité ropa, y no me vistieron; estuve enfermo y en la cárcel, y no me atendieron." 44 Ellos también le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?" 45 Él les responderá: "Les aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí."
46 »Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
(NVI) y Apocalipsis 20:10 dice: “10 El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde también habrán sido arrojados la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”. (NVI) Créame que lo siento. Me gustaría poder dar otro mensaje. Sería más agradable si pudiera ser de otra forma, pero desdichadamente, NO EXISTE OTRA FORMA. Allí estarán los que rechazaron a Cristo Apocalipsis 20:12-15 dice: 12 “Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.13 El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno[a]devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho.14 La muerte y el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda.15 Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego”. (NVI)

Después del regreso de Cristo, los creyentes serán resucitados para vivir eternamente en el cielo y los no creyentes resucitarán para vivir eternamente en el INFIERNO. Observemos lo que dice Juan 5:28-29: “No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz,29 y saldrán de allí. Los que han hecho el bien resucitarán para tener vida, pero los que han practicado el mal resucitarán para ser juzgados”. (NVI) Esto es como conducir por una autopista que está cerrada porque se cayó un puente, y alguien, ignorando los avisos y las barreras, continúa conduciendo hasta precipitarse en el abismo. Hay que simplemente DETENERSE, pues hay una señal de ALTO. Aquellos que no estén en el libro de la vida serán juzgados por Dios de acuerdo con lo que hubieren hecho en su vida, observe lo que dice Apocalipsis 20:12-15 de nuevo. Aunque reconozco que es un tema complicado, es MUY simple: Sin Cristo no se puede entrar a la presencia de Dios. Los que estén sin Él serán destruidos, observemos lo que dice Mateo 13: 40-42 40 “Así como se recoge la mala hierba y se quema en el fuego, ocurrirá también al fin del mundo.41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los que *pecan y hacen pecar.42 Los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes”. (NVI) Es un feo final, pero créame que es cierto.

¿Qué sabemos del infierno?
Sabemos que será un lugar oscuro, con fuego, en el cual se escuchará el crujir de dientes. Le invito a que busque en su Biblia estos pasajes: Mateo 8:12; 13:42, 50; 22:13; 24:51; 25:30 y Lucas 13:28. Allí podrá ver lo que la Biblia nos enseña sobre este lugar que algunos pretenden ignorar. Conocí a una persona que fue diagnosticada con cáncer, pero no quiso creer que realmente tenía cáncer. Esa actitud, en nada cambió la realidad de la enfermedad y el inevitable fin que se acercaba. Lo mismo ocurrirá con aquellos que pretenden ignorar la existencia del infierno.

También sabemos que será un lugar de castigo por los pecados, sin esperanzas ni alivio. La terrible realidad del infierno nos debe hacer doblar nuestras rodillas, quebrar nuestros corazones y salir corriendo hasta aquellos que sabemos que si no reciben a Cristo irán a parar allá, sean nuestros familiares, amigos o conocidos. Sería muy triste que alguien estando en el tormento eterno dijera y porque fulano o fulana no me lo dijo…

Jesús habló más acerca del infierno, que cualquier otro personaje o profeta bíblico, lo cual me lleva al convencimiento de que además de ser real, es un tema que reclama nuestra atención inmediata. Y es que solo hay dos posibilidades después de la muerte: el cielo o el infierno y las dos son REALES. A menos que recibamos a Jesucristo en nuestros corazones y nos arrepintamos de nuestros pecados, estamos destinados al infierno. Lo menos que podemos hacer es advertir a otros. Déjeme decirle algo, que pienso que mucha gente confunde. El infierno no es lo opuesto al cielo.¡Dios no tiene iguales! Para ir al infierno no tenemos que hacer NADA. Ese es el lugar que nos está reservado a todos, a menos que nos volvamos a Cristo, le demos entrada a Él en nuestros corazones, le confesemos nuestros pecados y nos arrepintamos de ellos.

La Tierra está entre el cielo y el infierno
Los que mueren sin Cristo dice en 2 Tesalonicenses 1:9 que: “Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder” (NVI). Observe que como Dios es la fuente de toda virtud, la ausencia de Dios, en el infierno, será la ausencia de todos los atributos de Dios. Es decir, que en el infierno ¡no existirá nada agradable! Será un lugar de castigo y dolor eterno. La Tierra está entre los dos. Ella conduce a los dos, de acuerdo a la decisión que el hombre tome. Lo mejor de la tierra no se parece al cielo y lo peor de la tierra, no se parece tampoco al infierno. Para los cristianos, la tierra es lo más parecido al infierno que ellos conocerán. Y para LOS NO CRISTIANOS, la tierra será lo más parecido al cielo que ellos podrán conocer. No hay nada suficientemente bueno que usted pueda hacer para ir al cielo, ni hay nada tan malo que pueda hacer que le impida ir al cielo, si se arrepiente y recibe a Cristo como su Señor y Salvador, Tito 3:5 dice: “él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo”. (NVI)

El cielo tiene un precio muy alto pero ya fue pagado, lea 1 Corintios 6:20 para que se sorprenda de algo que debe saber pues tal vez usted no esté consciente. El precio fue pagado. Cristo pagó el precio para que podamos ir al cielo. Pero a pesar de eso, nosotros tenemos que tomar una decisión. Como cualquier otro regalo, se nos ofrece el perdón, pero este no es nuestro hasta que no decidimos TOMARLO. Cristo nos ofrece el regalo del perdón y la vida eterna, pero esto no nos da el regalo. Para eso tenemos que decidir RECIBIRLO. Esa es nuestra parte. Eso es lo que usted tiene que hacer.

Amante Dios, te pedimos que nos des entendimiento para poder comprender tu Palabra, ayúdanos Señor para captar el mensaje que tú tienes para nosotros hoy, permítenos comprender lo que nos has revelado, bendice a cada persona, en cualquier lugar del mundo, que ha tomado tiempo para venir a estudiar tu Palabra con nosotros. Señor, te damos gracias por el regalo de la vida eterna y te pido mi Dios que tú nos ayudes a testificar para que muchas personas también se puedan apropiar de este regalo que tu nos ofreces, en el nombre de Jesús oramos, amén.

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Oscar