miércoles, 9 de mayo de 2012

¡No se deje engañar!

Acabo de leer en Facebook esta declaración que además de reflejar, en el mejor sentido de la palabra, ignorancia, muestra un desconocimiento total de la Palabra de Dios y un confuso concepto de Dios tal vez apropiado al mundo musulmán.

La nota, decía textualmente: “Dios los bendiga a todos si estas orando por un carro nuevo Dios te lo va a entregar solo declaralo y creelo .........este se lo entrego Dios a mi esposo en California gracias Pastora Johana por tan linda bendicion...... (SIC) [Dejo el texto intacto, incluyendo las faltas de ortografía]

Ese es un concepto muy raro de Dios. Él creó al hombre para que le adorara. Esta nota pone de manifiesto un concepto humano errado. Esta persona ha creado un dios para que le sirva y satisfaga sus caprichos. Lamentablemente para esta persona, Dios no es así. ¿Con qué derecho alguien puede pensar que por “DECLARAR”, que significa decir algo en voz alta, Dios le va a obedecer para complacer sus gustos o "antojitos"? Perdónenme, pero ¿es Dios acaso una especie de “genio de la lámpara de Aladino” que se frota y sale para complacer nuestros deseos?

Se imagina qué grado de arrogancia implica pensar que por algo que podamos hacer, tenemos el derecho de DECIR ALGO y DEMANDAR esperando que Dios CUMPLA ese deseo… Eso me parece que es ir demasiado lejos.

Piense en esto por un momento. Moisés fue escogido por Dios. Habló con Dios cara a cara y fue el único ser humano que ha estado tan cerca de Dios que su rostro brillaba como latón por la cercanía que tuvo a la Gloria de Dios. Moisés junto con Elías habló con Jesús antes de su muerte en el Monte de la Transfiguración. ¿No cree que Moisés bien pudo haberle pedido a Dios un “carrito nuevo” con caballos en el Monte Carmelo? Así no tendría que caminar en el desierto...

Déjenme aclarar algo. No es que yo esté envidioso por el auto que compró esa persona. Yo tengo un auto europeo de los más costosos y le agradezco a Dios que me permitió trabajar para obtener el dinero necesario para comprarlo. Esa bendición de poder trabajar y ese empleo, me lo dio Dios, no hay dudas. Pero compré ese costoso auto por vanidad. ¡Porque me gustan los autos! Me fascinan los autos deportivos y este es uno de esos y en verdad me hicieron un buen negocio (o a lo menos yo creo eso). Pero yo tenía un auto con menos de dos años de uso en perfectas condiciones y era también un auto costoso y europeo.

Hubiera sido inmoral de mi parte pedirle a Dios que me diera un auto para satisfacer mis deseos y caprichos y hubiera sido una locura que yo me parara frente a la vitrina de la agencia de autos donde se mostraba el auto que en definitiva compré y comenzara a DECLARAR que Dios me daba ese auto.

¿Sabe una cosa? Cuando salí de mi casa, el primer día que manejé mi auto nuevo, me sentí abochornado. Yo no necesitaba un auto nuevo y mucho menos este tipo de auto. Me encantaba, pero era pura vanidad. Y ¿sabe algo más? Antes de dos años, me sorprendí a mí mismo buscando otro auto para cambiar mi auto deportivo. Esta vez escuché la voz del Espíritu y no cambié mi coche, todavía ando en el mismo y creo que no lo cambiaré en mucho tiempo.

Es una arrogancia muy grande pretender que Dios OBEDECE nuestras órdenes o declaraciones en CUALQUIER sentido, bien sea para que alguien sane de una enfermedad o para obtener una casa o un auto nuevo. Dios suple y va a suplir nuestras NECESIDADES. Yo puedo dar testimonio de eso. He sentido a Dios enviando a una persona a traerme una caja con comestibles, cuando no tenía un centavo, no tenía trabajo y en el viejo refrigerador del cuarto que ocupaba, gracias a la generosidad de unas personas que recogieron dinero para rentarlo, solo había un pomo con agua de la llave.

La Biblia dice que lo que pidamos con fe, confiando, CONFORME A LA VOLUNTAD DE DIOS. Pero yo no creo que orar por un carro “nuevo de paquete” sea la voluntad de Dios. Eso es más bien a lo que se refiere la Escritura cuando dice: no para “GASTAR” en deleites.

Así que hermano, disfrute su auto nuevo y agradézcale a Dios que le dio los medios para que pudiera comprarlo, si es que lo compró. Si lo está pagando a plazos, y los pagos van más allá de lo que usted puede afrontar, no trate luego de echarle el problema arriba a Dios. Ese es su problema y no es el resultado de una bendición, sino de una muestra de arrogancia y orgullo. Si vienen a quitarle el auto por no poderlo pagar, no culpe a Dios. Él es PERFECTO y no hace cosas imperfectas. Y si lo puede pagar, disfrútelo. Pero no ENGAÑE a la gente, diciéndoles que pidan lo que quieran que Dios se los va a dar. En el Reino de Dios, las cosas no son de esa manera.

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Oscar