martes, 24 de julio de 2018

ESTUDIO DE ÉXODO (23)


Éxodo 18:21-23 DELEGANDO EFICAZMENTE


Si tú eres un preciosista que te gusta que las cosas salgan a la perfección, tendrás que entrenar con tesón y paciencia a otros para que puedan hacer lo mismo. Si eres de los que quieren que las cosas se hagan exactamente como tú las haces, vas a tener un serio problema cuando tengas que enfrentar múltiples actividades, haciendo que sea del todo imposible que las puedas ejecutar todas por ti mismo, y entonces tendrás que delegar o fracasar. ¿Has escuchado hablar de la «micro administración» como método de dirección? Tristemente, es más frecuente de lo que uno pudiera pensar. Yo pienso que esa es una manifestación de lo que he venido diciendo.
Cuando se trata del terreno eclesiástico, la clave para delegar las responsabilidades de manera efectiva está, y siempre ha estado, en descubrir a personas que no solo estén capacitadas para realizar la labor, sino que también amen a Dios, que sean confiables y que tengan una integridad inquebrantable.

En este pasaje vamos a ver cómo Jetro le «sugirió» a Moisés, fíjate bien que digo le SUGIRIÓ, ya que esa es la labor de los “Jetros”, sugerir, no dar órdenes. Son los líderes los que tienen que tomar las decisiones y responder por ellas.

Así Jetro le sugirió a Moisés que encontrara a hombres y los pusiera sobre miles, cientos y decenas. Esos líderes podrían juzgar sobre las disputas cotidianas menores, mientras Moisés se encargaba de juzgar los asuntos mayores que invariablemente surgían en el desierto. 
     
Hay diferentes formas de enseñar, pero la más efectiva es cuando se enseña con el ejemplo. Yo tuve la bendición de tener un buen mentor que usaba este método de manera regular. En nuestra iglesia todo el trabajo se hacía con voluntarios, desde hacer el café en las mañanas, hasta cortar el césped y mantener los jardines. TODO era hecho con voluntarios incluyendo los trabajos de remodelación del edificio, trabajos de electricidad, plomería, etcétera.

Yo recuerdo al principio de unirme a esa, que fue mi primera iglesia en los Estados Unidos, decirle al pastor que yo quería servir, y su respuesta fue: “bueno necesitamos que ayudes a John con la limpieza del templo”. Y es que ese era el estilo en aquella amada iglesia. El pastor siempre estaba en la primera línea, dirigiendo y repartiendo labores, así como con el martillo y la brocha en la mano.

 Muchos líderes cometen el error de querer hacerlo todo por sí mismos. No me refiero a cuando tenemos que enfrentar situaciones de emergencia, cuando la persona encargada de hacer algo no lo hace y no hay alguien más que pueda hacerlo. Como, por ejemplo, abrir el templo o prender las luces. ¡Ese es un punto crítico en el liderazgo! Pero la tendencia humana normal es hacerlo todo por nosotros mismos. Pero ese es el punto débil del liderazgo. Si cedemos a la tentación, acabaremos arruinando nuestro ministerio al tratar de hacerlo todo por nosotros mismos. Nunca una persona nueva va a hacer las cosas perfectas, pero el asunto es enseñarla, no quitarle la tarea haciéndola nosotros. Nunca habrá dos personas que hagan las cosas de igual manera, pero tenemos que aprender a enseñar en lugar de hacer, si queremos ser líderes eficientes y formar verdaderos discípulos de Cristo.

PENSAMIENTO INICIAL:
          
Para ser un líder eficiente, es necesario delegar responsabilidades a otras personas calificadas

PASAJE BÍBLICO: Éxodo 18: 21-23:
21 Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. 22 Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo. 23 Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar.

ANALIZANDO EL PASAJE BÍBLICO:
Con gran sabiduría y amor, Jetro llevó a Moisés a un lado y le reprochó el mal uso que estaba haciendo de su tiempo y energías. Moisés se estaba agotando por no delegar la autoridad. Probablemente, la gran mayoría de los agravios presentados ante los tribunales para el arbitraje podrían ser perfectamente resueltos por los líderes que ya habían asumido su cargo. Además de ellos, sin duda había muchos hombres jóvenes, inteligentes y respetados que podían arbitrar las disputas de manera justa y satisfactoria.

Después de que Moisés les instruyera adecuadamente, seguramente podrían llegar a tomar decisiones justas y apropiadas en la mayoría de los casos. Aquellos casos que fueran más complicados e involucraran factores inusuales que debían tenerse en cuenta, podían ser apelados o transferidos a un tribunal superior. De la misma manera que hoy las decisiones de nuestros tribunales municipales pueden ser apeladas ante tribunales superiores dentro de la misma jurisdicción. Las cuestiones muy difíciles de decidir en ese nivel, finalmente podrían ser enviadas al propio Moisés, quien seguramente tendría la dirección inerrante del Señor, mientras consideraba y oraba sobre las demandas de los litigantes involucrados.

Y entonces Jetro sabiamente le aconsejó que "seleccionara de entre todos los hombres capaces que temen a Dios, hombres de verdad, aquellos que odian las ganancias deshonestas; y que los colocara sobre el pueblo como líderes de miles, de cientos, de cincuenta y de diez. Al seguir esta política delegando su autoridad, Moisés no solo se aliviaría de la fatiga o el agotamiento total, sino que también capacitaría a un gran núcleo de jóvenes y líderes de toda la nación para que pudieran defender y personalmente honrar las leyes que el Señor quiso que ellos siguieran como Su pueblo del pacto. Solo los hombres de probada integridad podrían servir como jueces en quienes Moisés podría delegar adecuadamente la responsabilidad en estos asuntos.

Ahora presta mucha atención, Jetro no le sugirió a Moisés que dejara de juzgar, o que dejara de servir como el representante de Dios para resolver los problemas del pueblo, o que dejara de ser el vocero de Jehová para enseñar a la gente los decretos y las leyes de Él. Seguramente La gente necesitaba a alguien que les enseñara la manera como debían vivir y los deberes que tenían. Sin lugar a dudas, Moisés era en verdad esa persona.

Observa que Jetro, además no se arrogó la sabiduría divina, sino que usó sus palabras cuidadosamente
 como simples sugerencias que estaban sujetas a la confirmación de Dios. Jetro no se atrevió a decirle a Moisés
 cómo debía de reorganizar el poder judicial israelita por su propia cuenta. Jetro como un nuevo adorador
 de YHWH (Jehová)  y un miembro preocupado de la comunidad de fe, se aventuró a sugerir
un plan que él consideraba que Moisés debería llevar a Dios para Su aprobación. 
Lo que Jetro esperaba de Moisés era que le preguntara a Jehová si tal enfoque representaba
Su voluntad divina. 
 Este principio de delegar funciones está bellamente presentado en el Nuevo Testamento cuando los apóstoles tuvieron que enfrentar la crisis de alimentación de las viudas griegas. Al igual que Moisés, los apóstoles no solo establecieron sus prioridades, sino que pusieron en claro que la terea tenía que ser delegada a personas bien calificadas. Dice en Hechos 6:3: «Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo».
Por su parte, el apóstol, Pablo deja bien establecidos, con muchos detalles, los requisitos 
para las personas que van a servir como ancianos y diáconos en la iglesia local. Delegar funciones a personas
 que no están espiritualmente calificadas no resuelve la situación, y en realidad crea mas problemas.   

PARA REFLEXIONAR:
¿Cuáles son algunos de los problemas que tú has observado hoy día en las iglesias locales, debido a que los líderes espirituales no han sido seleccionados de acuerdo con el perfil de madurez bíblica señalado por Pablo en 1 de Timoteo?

REFLEXIÓN PERSONAL:
 ¿Alguna vez te sentiste agobiado por algunas tareas que tenías que realizar?
¿Cómo resolviste esa situación?  
¿Consideraste la posibilidad de delegar algunas funciones para realizar la labor?
¿Quién hubiera podido ayudarte?
¿Por qué piensas en esa persona?
¿Qué cualidades o características tiene?
¿Se ajusta esa persona al modelo bíblico de liderazgo?
Si no delegaste en alguien, ¿por qué no delegaste?
¿Cómo terminó la historia?

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Oscar