martes, 28 de agosto de 2018

ESTUDIO DE ÉXODO (28)


ÉXODO 23:20-33 UN TESTIGO SANTO

Es probable que nunca te hayas puesto a pensar en la gran responsabilidad que pesa sobre ti por ser un hijo amado de Dios. Esto no es malo ni gravoso, es algo excelso y muy bueno. Ten siempre presente que el mundo te está observando. Mi pastor siempre dice que el problema de los cristianos hoy día no es que sean diferentes al mundo, sino es que no son suficientemente diferentes al mundo. Aunque esto parece un trabalenguas, en realidad es una gran verdad. 

En cada lugar que nos encontremos, hay personas que observan lo que hacemos. Por muchos cientos de años los cristianos han venido diciendo que Jesucristo transforma a las personas y las hace diferentes. Y eso es lo que la gente quiere ver, si realmente somos diferentes y cuán diferente somos.

Pero el problema es que es más fácil nadar a favor de la corriente que nadar en contra de ella. Si me pusiera a enumerar las cosas que en este momento vienen a mi mente, en las que no debemos de participar con el mundo, llenaría varias páginas de papel. Desde la escuela o centro de trabajo, al supermercado, la estación de combustible, el aeropuerto, el restaurante, la familia, los amigos, la iglesia. Sí mi amigo o amiga, no se trata de ser diferentes por un par de horas el domingo por la mañana en la iglesia. Se trata de vivir de una manera diferente a la del mundo las 24 horas del día, los siete días de la semana. Parece un reto, ¿verdad? Pues sí que lo es.

Hubo un humorista cubano que acostumbraba a decir que él era: “Distinto y diferente”. Y aunque gramaticalmente no se debe usar esa expresión, en la practica eso es lo que debemos ser los cristianos. Como gente del Nuevo Pacto, nosotros debemos de vivir en el mundo como testigos santos de Dios. Debido a nuestro nuevo nacimiento y al Espíritu Santo que mora en nosotros, podemos ser luces en medio de las tinieblas que nos rodean. No debemos asociarnos con los no creyentes de una manera que nos lleve a pecar (2 Corintios 6:14-16). Por el contrario, debemos permitir y facilitar que los no creyentes puedan observar nuestro compromiso con nuestro Señor Jesucristo, esperando que Dios pueda abrir sus corazones para ser ministrados por el Espíritu Santo (1 Pedro 2:11-12).    

PENSAMIENTO INICIAL:
          
Tenemos que ser buenos testigos en el mundo, sin convertirnos en parte del mundo

PASAJE BÍBLICO: ÉXODO 23:20-33
Éxodo 23:20-33

20 He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. 21 Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. 22 Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. 23 Porque mi Ángel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir. 24 No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas. 25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti. 26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días. 27 Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré la cerviz de todos tus enemigos.
28 Enviaré delante de ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de delante de ti. 29 No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo. 30 Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra. 31 Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.
32 No harás alianza con ellos, ni con sus dioses. 33 En tu tierra no habitará, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo.

ANALIZANDO EL PASAJE BÍBLICO:
Esta es una de las partes que me gustan más del libro de Éxodo. Aquí se garantiza el éxito que tendría la migración y el recién creado ejército israelita al tomar la tierra prometida. Debemos pensar que los habitantes de aquella región tratarían de defender, hasta con las uñas, aquello que consideraban que les pertenecía. Sería una batalla de la lógica contra la fe. La lógica estaba a favor de los paganos que habitaban aquellas tierras. Los israelitas no habían escrito alguna historia ni eran conocidos como guerreros. Prácticamente hasta ayer habían sido esclavos, así que no había algo que temer. Pero la fe llevaba al pueblo de Israel a pelear la buena batalla para obtener lo que su Dios (YHVH) les había prometido. Y Jehová le había enviado nada menos que al Ángel del Señor para que los protegiese y los guiara. Y Él les daría la victoria sobre las naciones hostiles de Canaán. Para Israel sería conquistar lo invencible. Para los cananitas sería ser vencidos por enemigos que no eran de temer. Y la victoria daría toda la gloria a quien lo merecía: Jehová (YHVH) de los ejércitos. 
Pero ¿quién era este ángel? Al principio, puede parecer razonable pensar que se trataba del arcángel Gabriel, quien fue revelado al profeta Daniel como el guardián especial y el protector de la raza hebrea. Pero este ángel debe haber tenido un rango mucho más alto que cualquier arcángel, porque YHVH le dijo a Moisés que “Su santo nombre está en Él” (Éxodo 23:21). Y el asunto es que de ningún otro ángel se dice esto en la Escritura.
De manera que me parece que la única conclusión plausible que se puede extraer es que este Ángel Todopoderoso, es nada más y nada menos que el mismo Logos preencarnado (Lee Juan 1: 1-3). La palabra en hebreo ‏מַלְאָךְ‎ que se translitera como malʾākh y se traduce como "ángel", también significa "mensajero", es decir, alguien enviado con un mensaje o mandato con autoridad. Uno de los usos de esta palabra en el Antiguo Testamento es para indicar una teofanía, es decir una aparición encarnada temprana de Jesucristo.
Esteban se refiere al Dios que le habló a Moisés como el “Ángel” (Hechos 7:30-32). Con toda probabilidad, era el mismo que el ángel principal a quien Abraham entretuvo en su tienda antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra y se le conoce como el mismo YHVH. Por lo tanto, debemos comprender la inmensa magnitud del cuidado del Señor por la hueste migratoria que Moisés conducía a la Tierra Prometida.
Aunque la rebelión vergonzosa perpetrada por el pueblo hebreo que se narra en Números 14 yacía en el futuro del pueblo, y que daría como resultado un retraso de treinta y ocho años, hasta que prácticamente toda la población adulta involucrada en esa rebelión pereciera en el desierto, antes de que el pueblo pudiera llegar a la Transjordania y al mismo Canaán, la victoria definitiva estaba reservada para la generación más joven de las fuerzas armadas israelitas. Ellos disfrutarían con el triunfo completo a pesar de que sus padres se perdieron el gozo de la victoria como una consecuencia de su conducta vergonzosa. Todas las promesas que el Señor le dio a Abraham debían cumplirse bajo el liderazgo piadoso de Josué, el lugarteniente de confianza de Moisés.
La obediencia fiel al Ángel y la confianza completa en Su Palabra asegurarían la victoria sobre todos los príncipes y tribus hostiles de la tierra de Canaán y el aplastamiento de su poder. La resistencia que ofrecieron los amorreos, los hititas, los ferezeos, los cananeos y los jebuseos sería completamente aplastada, sin importar cuán altas fueran las murallas de sus ciudades o la gran estatura de sus guerreros. Sin embargo, incluso después de su derrota militar, todavía esos pueblos proporcionarían una influencia corruptora para los conquistadores israelitas con el fin de desviarlos.  A pesar de que en el futuro el pueblo de Israel derrocaría a todos sus ídolos y derribaría sus pilares de piedra sagrada y los aplastaría por completo. Pero la población pagana de Canaán logró atraer a los hebreos hacia la adoración de sus ídolos. Solo durante los reinados de David y Salomón fue posible la extirpación del politeísmo del pueblo de Israel. 
Las bendiciones de la prosperidad y la protección estarían reservadas para las doce tribus si se mantenían fieles y obedecían a su Señor. Primero, la promesa de la lluvia adecuada y oportuna que permitiría el almacenamiento regular de agua en las cisternas y los pozos, y también permitiría la cosecha regular del grano para poder tener un buen suministro de pan. Segundo, no habría abortos involuntarios infligidos a las madres de Israel, ni ninguna de las esposas dejaría de concebir y tener hijos. La increíble fertilidad mostrada por las madres hebreas en Egipto proporcionaría suficientes hijos para poblar las áreas conquistadas de Palestina y para mantener a los restantes cananeos a raya y bajo sujeción. Tampoco tendrían que lidiar con la pérdida de vidas por muertes prematuras de parte de los adultos. Y, en tercer lugar, mantendrían a sus enemigos en sujeción debido a su increíble éxito en la guerra, al ser liderados por un líder invencible como Josué.
El versículo 28 resulta un poco enigmático. Posiblemente implique incursiones de las fuerzas egipcias durante la época de los jueces. La importancia de la mención al avispón es que el título para el rey de Egipto estaba representado en sus jeroglíficos como un avispón de pie. De cualquier manera, este versículo explica el plan del Señor para la ocupación de Canaán por parte de los invasores israelitas, ya que carecían de la mano de obra necesaria para apoderarse inmediatamente de todo el territorio después de la conquista. La amenaza de las bestias salvajes requería que algunos habitantes de la zona los mantuvieran bajo control hasta el momento en el que los colonos hebreos fueran lo suficientemente numerosos como para hacerse cargo de las áreas de donde los habitantes paganos serían finalmente expulsados. 
Los últimos dos versículos capítulo 23 contienen una severa advertencia al pueblo del Pacto de Dios, de no hacer ningún pacto de paz con los cananeos idólatras, porque eso implicaría un compromiso peligroso en el asunto de su Pacto con YHVH. Dondequiera que entraran en relaciones amistosas con las comunidades politeístas, los hebreos estarían bajo una fuerte influencia que los llevaría a hacer concesiones a la religión pagana lo que los alejaría del compromiso total con su Dios. Esta advertencia demostró ser muy necesaria para todos los hijos de Israel, ya que sus compromisos posteriores con los paganos los llevaron a la adoración de los dioses de ellos. 
En el Libro de Jueces se detallan las sórdidas consecuencias de esta confraternización que estaba prohibida y que los condujo al menos siete veces a la apostasía y la subyugación a las potencias extranjeras. El capítulo cierra con una advertencia profética: “En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo”.

PARA REFLEXIONAR:
¿Cómo podemos establecer relaciones con los no creyentes sin violar los principios de Dios de mantenernos apartados del mundo?                         

REFLEXIÓN PERSONAL:
 ¿Con cuántas personas que no son cristianas te relacionas regularmente?
Analizando con honestidad esas relaciones, ¿piensas que estás influyendo en ellas o ellas han influido en ti?
Piensa en dos o tres de esas personas. ¿Qué pudieras hacer para influir en ellas?
¿Qué tan diferentes son tu estilo de vida cristiano y el de esas personas?
¿Sabes qué creencias religiosas tienen?
¿Has pensado en testificarles de Cristo?
¿Qué ajustes crees que debieras hacer en tu vida de acuerdo con lo que hemos estudiado hoy?
¿Estarías dispuesta/o a ceder algún principio para establecer o mantener una relación con un no creyente?
Si tu respuesta fuera positiva, ¿cuál sería ese principio?
¿Crees que tienes algún fundamento bíblico que respalde esa decisión?
¿Cuándo fue la ultima vez que oraste por ese no creyente?


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Oscar