miércoles, 19 de diciembre de 2018

ESTUDIO DE ÉXODO (42)



ÉXODO 39:32-43 El tribunal de Cristo

PENSAMIENTO INICIAL:
           Como miembros del Tabernáculo viviente de Dios, nosotros todos debemos hacer nuestra parte para prepararnos para la inspección final por parte de Dios
Cuando llené la solicitud para obtener mi primer trabajo pago en una factoría en los Estados Unidos hace muchos años, entre otras cosas me preguntaron el número de la matrícula de mi auto. Yo entonces no tenía auto. Este era mi primer empleo pago, por lo que le dije a la entrevistadora que con mi primer sueldo trataría de comprar un auto. A lo que me respondió: Usted parece que no ha entendido, cuando tenga un auto, regrese que aquí tenemos trabajo para usted.
Regresé muy atribulado y la familia que me había “adoptado” y en cuyo taller de mecánica yo pasaba el día ayudando, me dijeron: Mira ese auto lleva allí mucho tiempo, vamos a llamar al dueño y le vamos a hacer una oferta. Si lo vende, consigues el dinero y lo compras. Nosotros lo arreglaremos y compraremos las piezas que necesita para comenzar a funcionar. Y así lo hicimos, conseguí el dinero prestado, y se inició la labor de recuperación en la que trabajamos sin descanso por muchos días, gracias a la generosidad de mi “familia adoptiva” que puso el tiempo y los recursos para adquirir las piezas y “resucitar” aquel cadáver: era un Pontiac modelo Sunbird del año 1979, con tantas millas caminadas que el odómetro no las podía contar. En su tiempo fue un impresionante auto deportivo con todos los extras, pero los años y las millas habían dejado su huella indeleble en él.
Ahora el asunto estaba en lograr que el auto pudiera pasar la inspección estatal para reinscribirlo a mi nombre. Y en eso concentré mis esfuerzos y lo concentraron mis hermanos de aquella amada familia que emplearon muchas horas de trabajo para lograr lo que parecía un imposible: Tener el auto listo para que pasara la inspección final, ¡y la pasó! 

PASAJE BÍBLICO: ÉXODO 39:32-43
Éxodo 39:32-43:
32 Así fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; e hicieron los hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés; así lo hicieron. 33 Y trajeron el tabernáculo a Moisés, el tabernáculo y todos sus utensilios; sus corchetes, sus tablas, sus barras, sus columnas, sus basas; 34 la cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, la cubierta de pieles de tejones, el velo del frente; 35 el arca del testimonio y sus varas, el propiciatorio; 36 la mesa, todos sus vasos, el pan de la proposición; 37 el candelero puro, sus lamparillas, las lamparillas que debían mantenerse en orden, y todos sus utensilios, el aceite para el alumbrado; 38 el altar de oro, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina para la entrada del tabernáculo; 39 el altar de bronce con su enrejado de bronce, sus varas y todos sus utensilios, la fuente y su base; 40 las cortinas del atrio, sus columnas y sus basas, la cortina para la entrada del atrio, sus cuerdas y sus estacas, y todos los utensilios del servicio del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; 41 las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para ministrar en el sacerdocio. 42 En conformidad a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra. 43 Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehová había mandado; y los bendijo.


 ANALIZANDO EL PASAJE BÍBLICO: Los escritores del Nuevo Testamento usaron distintas metáforas para describir a la iglesia del Señor Jesucristo. La analogía que surge directamente del Antiguo Testamento es el Santuario de Dios, que se refiere directamente al Tabernáculo que fue construido por los hijos de Israel en el desierto. Cuando Moisés realizó la inspección final, descubrió que los israelitas habían seguido meticulosamente las instrucciones de Dios y los bendijo por su obediencia.

El Nuevo Testamento esta lleno de instrucciones específicas para edificar a la iglesia, que es el santuario vivo de Dios. No hay un concepto que haya sido usado más que el que se refiere a lo que debemos de hacer unos por los otros. Pablo de manera muy bella resume estos conceptos usando la metáfora del cuerpo humano para destacar cómo tenemos que construir el templo vivo de Dios.
Dice el apóstol Pablo en Efesios 4:16: “…de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”.   

En cierto momento, en un tiempo que ha sido determinado por Dios, el proceso de edificar el cuerpo de Cristo se completará. Entonces, todos estaremos de pie frente a Dios para someternos a la inspección final a la que el apóstol Pablo llamó la “beyma” que se traduce al español como el tribunal de Cristo; dice en Romanos 14: 10-12 10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. 11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. 12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Y en 2 Corintios 5:10: Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Entonces cada uno de nosotros será evaluado según lo que haya hecho. Según sus obras como creyente, porque lo que hacemos, revela lo que somos. No se trata de obras para obtener la salvación, pues esta se recibe por fe, por la gracia de Dios y no por algo que nosotros podamos hacer. Lee Efesios 2:8-10:
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Tristemente, algunos serán salvos, pero no recibirán alguna recompensa por su fidelidad, porque sus obras no pasarán la prueba de su fidelidad a Dios, lee lo que dice 1 Corintios 3:15 “Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque, así como por fuego”.
  
PARA REFLEXIONAR
:
¿Cuáles son algunas de las obras que debemos hacer para recibir nuestra recompensa en la inspección final?

REFLEXIÓN PERSONAL:
 ¿Si tuvieras que comparecer mañana ante el tribunal de Cristo, estás listo/ lista?
¿Hay algo en tu vida que debes arreglar antes de que llegue ese momento?
¿Cómo son tus relaciones con tus hermanos en la iglesia?
¿Estás enemistado con algún hermano?
¿Cómo es tu actitud en relación con el ministerio que realiza tu iglesia?
¿Decides tu participación en Las actividades especiales de tu iglesia de acuerdo con tu preferencia o de acuerdo con la necesidad que hay de tu ayuda?
¿En qué lugar de tu lista de prioridades está tu iglesia para ti?
¿Crees que Cristo está feliz con lo que haces?


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Oscar