miércoles, 19 de diciembre de 2018

ESTUDIO DE ÉXODO (43)


ÉXODO 40:34-38 La Sagrada Escritura

PENSAMIENTO INICIAL:
           En nuestro peregrinaje espiritual, tenemos que seguir el camino que Dios nos ha revelado claramente en la Escritura

Con este estudio llegamos al final de esta serie dedicada a estudiar brevemente el libro de Éxodo. Durante 45 semanas hemos andado paso a paso por este fascinante libro que muestra de manera sorprendente a Dios desde diferentes ángulos. Para mí ha sido una linda experiencia y espero que de alguna manera también tú hayas podido disfrutar de este tiempo que hemos pasado juntos.
En el mes de febrero, Dios mediante, espero iniciar un nuevo estudio de otro libro de la Biblia en este mismo grupo, y me gustaría poder contar con tu presencia. Ruego a Dios que te bendiga de una manera especial y que este tiempo que hemos compartido sirva para despertar tu interés para profundizar más en la Escritura.

Hoy día es muy fácil ir a cualquier lugar desconocido siguiendo las instrucciones del GPS en el auto. Hay solo una condición, ¡hay que seguir las instrucciones al pie de la letra!
Cuando viajo por la carretera con mi esposa dirigiéndome a algún lugar desconocido se produce un fenómeno muy interesante. Ella es por naturaleza muy investigadora y no acepta las cosas sin una explicación lógica y racional. Pero las direcciones, no son ni una cosa ni la otra.
Algunas veces, cuando me sobra el tiempo, en aras de mantener la paz conyugal, me someto a las sugerencias de ella, de seguir una dirección diferente a la que está indicando el GPS.

Afortunadamente, al final siempre llegamos al lugar equivocado. Lo que más me gusta, es que durante esa etapa del trayecto, constantemente la voz de la locutora del GPS usa una frase conocida por todos los que andan perdidos por no seguir las instrucciones: “recalculating”.
Pero en nuestro peregrinaje espiritual no podemos arriesgarnos a intentar tomar una ruta diferente. Aunque el camino pudiera ser complicado, la Escritura nos muestra claramente cual es la voluntad de Dios para nuestras vidas.

PASAJE BÍBLICO: ÉXODO 40:34-38
Éxodo 40:34-38:
34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. 35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba. 36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; 37 pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba. 38 Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.

 ANALIZANDO EL PASAJE BÍBLICO: En la era del Antiguo Testamento, inicialmente Dios revelaba Su voluntad mediante encuentros directos como en el caso de: Adán y Eva, Isaac, Jacob, Moisés y otros profetas. Eventualmente el Señor preservó Su voluntad en forma escrita. Hoy nosotros contamos con el tesoro del Antiguo Testamento.

Observamos un patrón similar cuando Dios reveló Su voluntad en la era del Nuevo Testamento. El apóstol Juan señala ese hecho de esta manera: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. El escritor de Hebreos lo expresa de esta manera estableciendo una continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento: Hebreos 1:1-2 “1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”;
Sin embargo, sabiendo Dios que somos olvidadizos, Él nuevamente preservó Su voluntad por escrito. Jesús les prometió a los apóstoles: Juan 14:25-26: “25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

De la misma manera que en el Antiguo Testamento, Dios habló por medio de estos hombres oralmente y los guió a ellos a tomar nota de Su verdad divina que constituye el Nuevo Testamento. Refiriéndose a este proceso sobrenatural, tanto en el Antiguo como en el Nuevo testamento, el apóstol Pablo le recordó a Timoteo en 2 Timoteo 3:16-17: “16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
Hoy tenemos el tesoro de la Biblia, escrita por hombres inspirados por el Espíritu Santo. Por eso podemos decir como el salmista en Salmos 119:105: “105[Nun] Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino”.

Aunque hoy no tenemos esa “columna de nubes de Dios” guiándonos de día y de noche, pero como Santuario santo, tenemos al Espíritu Santo de Dios viviendo en nosotros de manera individual y colectiva, Él siempre está dispuesto a iluminar nuestras mentes con la verdad de la Sagrada Escritura y a guiarnos durante todas las etapas de nuestro peregrinaje espiritual. 
    
PARA REFLEXIONAR
:
¿Por qué resulta tan fácil hacer poco caso y no buscar la asesoría de este maravilloso regalo que es la Palabra escrita de Dios?

REFLEXIÓN PERSONAL:
 ¿En qué lugar tienes a la Palabra de Dios en tu vida?
¿Con qué frecuencia consultas la Escritura antes de tomar una decisión?
¿Cuánto tiempo empleas cada día en leer la Escritura?
¿Has leído alguna vez la Biblia completa?
En unos días estaremos celebrando el inicio de un nuevo año, ¿qué compromiso de lectura de la Biblia vas a hacer?
¿Qué es lo que más te gusta de la Biblia?
¿Qué es lo que menos te gusta de la Biblia?

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Oscar