jueves, 26 de noviembre de 2009

Acción de Gracias es sinónimo de GRATITUD

Este año en mi iglesia me pidieron que preparara una pequeña meditación para culminar la cena que celebramos tradicionalmente el día de Acción de Gracias. Algunos después me pidieron que lo pusiera en mi blog y otros que se enteraron y no estaban también me pidieron que lo hiciera, así que complaciendo peticiones aquí está.

Desde que llegué a los Estados Unidos, cada año, al llegar el día de Acción de Gracias he tenido que contestar a la misma pregunta: ¿Y cómo celebran este día en tu país? ¿Qué comen en Cuba en el día de Acción de Gracias? Al principio me molestaba un poco, ya creo que me he acostumbrado. Me da la impresión que algunas personas no pueden concebir que se trate de una celebración norteamericana que comenzó en los Estados Unidos. Pero no se asusten, no voy a hacer la historia que ya todos conocen del surgimiento y la evolución histórica de esta celebración.

Dice el apóstol Pablo: “Así que, recibiendo nosotros un Reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia” Hebreos 12: 28

Una amiga argentina me escribió un email desde Buenos Aires y se lamentaba de que allá y en otros países hispanoamericanos hubieran adoptado la costumbre de celebrar el Hallowen y no el día de Thanksgiving. Pero el asunto es que en este país hay muchas personas que ni siquiera piensan en el significado de este día. Justo ayer me encontraba trabajando en mi oficina escuchando la emisora de radio cristiana que siempre oigo cuando uno de los locutores le deseo a los oyentes que “tuvieran un FELIZ DIA DEL PAVO”. Me sorprendí a mi mismo, enfadado y con el teléfono en la mano, dispuesto a llamar a este locutor para decirle: Así, que “feliz día del “guanajo”, mire señor aquí el único guanajo es usted. Pero me percaté que es en Cuba, donde se les dice “guanajo” a los pavos y a los tontos, pero que en inglés no se les llama TURKEY a los idiotas.

Tal vez las gentes han perdido de vista lo que en realidad esta festividad implica que no es más ni menos que GRATITUD. Y la gratitud es una palabra que no sólo se dice, sino que se puede ver. La gratitud es visible en la vida de una persona cuando se encuentra llena de ella.

Recuerdo una fría mañana cuando vivía en la ciudad de Albuquerque. Vivía en un tráiler con una familia norteamericana que me había dado una habitación y me había adoptado como un miembro más de la familia. Éramos muchos y las mañanas eran un reto pues todos tratábamos de estar listos para salir para el trabajo o la escuela. Había mucha actividad en todas partes y sólo dos baños, por lo que debíamos actuar con mucha precisión. Ese día, nos llevamos una sorpresa: ¡No había agua! Cuando pregunté qué pasaba me dijeron que ya Robin estaba afuera resolviendo el problema. Me puse un abrigo y salí para ver si podía ayudar en algo. Allí me encontré a Robin con un secador de pelo descongelando la tubería que se había congelado durante la noche. Con una sonrisa en el rostro me dio una gran lección de gratitud. Ella me dijo: Tenemos que darle gracias a Dios que no se rompieron las tuberías y porque tenemos agua corriente. ¡Eso es GRATITUD!

Si observa, se dará cuenta que esto es una actitud. Gracias Robin, por esta lección que nunca olvidaré.

Como cualquier otro hábito, la GRATITUD hay que desarrollarla. Vivir agradecido exige práctica. Cuando encontramos a una persona como Robin, que puede dar gracias a pesar de estar sintiendo temperaturas bajo cero, y encontrarse de rodillas con un secador de pelo calentando tuberías para que los siete varones de la casa puedan afeitarse, lavarse los dientes y algunos bañarse, llegamos a la conclusión de que ella había practicado la gratitud. La gratitud no viene fácil, ni se produce de manera espontánea.

El apóstol Pablo escribió la mayor parte de sus epístolas desde la oscura y tenebrosa celda de una cárcel él dice en 1 de Tesalonicenses 5:18: “Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes como cristianos que son”. (He usado la Biblia en su versión en Lenguaje Sencillo)
Pero hay más. En muchas ocasiones, parece que debemos de perderlo todo antes de aprender a ser agradecidos. Y esta es una lección que hoy es muy actual. La mayoría de los cubanos que vinimos a Estados Unidos tuvimos que dejarlo todo detrás. Me refiero a las cosas materiales y a las espirituales. Dejamos nuestras propiedades, nuestras carreras, nuestros familiares. Este es un precio muy alto que tuvimos que pagar por decidir no vivir más bajo un régimen comunista. Los inmigrantes de otros países han venido buscando tener una mejor forma de vida, y también han tenido que dejarlo todo detrás, perderlo todo. Y tal vez sería bueno que pensáramos que esta es una oportunidad dada por Dios para enseñarnos a ser agradecidos, aunque algunos no hayan aprendido la lección.

En este día te quiero invitar para que medites un poco y reflexiones. Piensa que Dios, mediante su Espíritu Santo vive en ti, que eres responsable de tomar buenas decisiones. Gracias a nuestro Señor Jesucristo puedes estar seguro de que hay algo grande delante de ti, un plan y un propósito de Dios para tu vida. Y puedes estar seguro porque cuando parecía que no había ningún camino para ti, Jesús te mostró uno. Si tú no has encontrado ese camino, yo te puedo garantizar que si Dios ha hecho, lo que ha hecho por mí, también lo puede hacer por ti, o por cualquier otro.
Hay un aspecto clave en el agradecimiento o gratitud, y es entender que las cosas que recibimos, las recibimos por el amor que alguien siente por nosotros y no porque las merecemos. Tenemos que aprender a sentir gratitud por cada bendición que recibimos en nuestras vidas, sean grandes o pequeñas. No podemos pensar que recibimos porque lo merecemos, no podemos tomar las cosas por sentado, porque no es así.

Dar las cosas por sentado y asumir que nos tienen que dar o servir y ser agradecidos son dos actitudes que se oponen y son contrarias. Cuando usted asume que merece algo que recibe, o que usted se lo ganó, ¡NO AGRADECE! De manera que cada uno de nosotros debe, de forma cuidadosa, cultivar el hábito, asumir la actitud y tomar la costumbre de vivir con gratitud, agradeciendo. Se puede vivir siendo agradecido, o se puede vivir de manera arrogante, pensando que recibimos simplemente lo que merecemos, y a veces, pensando que no tenemos todo lo que debiéramos tener. Y eso se llama SER MALAGRADECIDO.

Déjeme decirle algo más, el gozo y la felicidad no la dan las cosas que se tienen sino la gratitud que se siente por lo que se ha recibido.

Hay un teólogo nombrado David Stiende-Rast que definió así la gratitud: “ La gratitud es la clave para tener una vida feliz y la tenemos al alcance de la mano, porque si NO somos agradecidos, entonces no importa cuánto tengamos, NUNCA seremos felices, porque siempre vamos a querer tener alguna otra cosa, o algo más”.
Yo quiero terminar diciendo que la GRATITUD es la mejor palabra que existe para expresar la acción de gracias. No se limita a ser agradecidos un día o durante una semana. La GRATITUD es un hábito, una actitud, una forma de vida. La familia Glasnoop-Sevier de Albuquerque me mostró el verdadero sentido de la gratitud y me ensenó a ser agradecido. Cuando recibimos algo, siempre habrá cosas para criticar, eso es ser malagradecidos. Cuando perdemos algo, si somos capaces de ver que siempre hay una bendición detrás, entonces estamos comenzando a ser agradecidos.

Durante la Fiesta de los Tabernáculos el pueblo de Israel recordaba las bendiciones recibidas de Dios al librarlos de la mano de los egipcios y durante los 40 años en el desierto. En el Día de Acción de Gracias el pueblo norteamericano supuestamente recuerda y celebra la manera en la que la mano de Dios los protegió y les dio una cosecha para poder sobrevivir al crudo invierno que se acercaba y a los ataques de los indios enfurecidos que los querían expulsar de sus territorios. Y hoy te quiero preguntar, ¿qué estas celebrando hoy? Te invito para que le pidas a Dios en oración que te ayude para que puedas iniciar el camino que nos lleva a ser agradecidos y a mostrar gratitud.

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Oscar