viernes, 17 de diciembre de 2010

Debemos siempre confiar en Dios, Éxodo 15:22 a 18:27, I Parte

Podemos confiar cuando enfrentemos situaciones difíciles, Éxodo 15:22-27

E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.


Cuado las cosas no salen como esperamos, nos podemos frustrar y se puede poner a prueba nuestra fe. Después de que el Mar Rojo por medio de la mano milagrosa de Dios se tragó a los egipcios, el pueblo de Israel anduvo por tres días en el desierto sin poder encontrar agua. Hace muy poco tuve la oportunidad de caminar por algunas zonas desérticas de Egipto y el fuerte sol y la fina arena que se levanta con el viento y el andar humano, hacen muy apremiante la necesidad de beber un poco de agua. Así que les puedo asegurar que la falta de agua en esta ocasión, era un grave problema para esta gran cantidad de personas que marchaban junto con sus rebaños.

Llegó un momento en el cual se produjo un clímax, no porque llevaran varios días sin encontrar agua, sino porque la encontraron pero no se podía beber. Observe lo que dice la Escritura: “Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara”. La palabra hebrea “MARA” significa “amargo”. Encontrar agua cuando la sed los sofocaba, solo para tener que escupirla por no poderla tomar. Esto fue más de lo que ellos estaban preparados para resistir. La frustración y el desaliento que este hecho produjo hizo más daño a la gente que la falta de agua que experimentaban.

La gente de nuevo se quejó a Moisés, y él se volvió a Dios. El Señor le mostró a Moisés un árbol que había allí y Moisés lo echó en las aguas y estas se endulzaron. Recuerde las palabras de Proverbios 13:12: “La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido”. Tengo un amigo que renunció a su trabajo porque no recibió la promoción que creyó que le habían anunciado y la cual estaba seguro que merecía. Muchas veces cuando un estudiante no recibe la beca que ha solicitado, renuncia y se va de la universidad. Los tratamientos largos para curar ciertas enfermedades, muchas veces hacen que los enfermos “impacientes” pierdan toda esperanza.

Cuando la frustración hace perder la esperanza, por lo general las personas pierden la fe en sí mismos y en muchos casos se apartan de Dios.

Cuando la frustración puede hacer que se quiebre nuestro espíritu, Dios puede darnos la capacidad de hacerle frente y ver además cómo una mala situación se puede transformar y resultar en algo beneficioso. En este caso las aguas amargas que se transformaron en aguas puras y deliciosas. Este hecho además sería un recordatorio para el pueblo de Israel de que Dios podría llenar sus vidas con bienestar.

El pueblo de Israel ya había visto como Dios había herido a los egipcios con plagas, y como había sepultado a los ejércitos de Faraón bajo las aguas del Mar Rojo, y ahora estaba viendo actuar a Dios, en cierta medida haciendo lo contrario, transformando aguas amargas en aguas dulces. Observe con cuidado lo que les dice Dios: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”.

(JHVH Ropey) El Dios Sanador. La enseñanza de este episodio es maravillosa y de gran actualidad. Podemos CONFIAR en Dios cuando se nos presenten situaciones difíciles, porque Él cuida y cuidará de nosotros, aún hasta cuando nos quejemos de Él y nos rebelemos contra Él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Le agradezco mucho su comentario.
Oscar