jueves, 1 de marzo de 2012

La antigüedad del pueblo de Israel

La arqueología es una ciencia que tiene por objeto reconstruir la historia de las civilizaciones que existieron antes que nosotros, a partir de los restos materiales que esas civilizaciones dejaron. Como resulta fácil comprender, a medida que retrocedemos más en el tiempo, las cosas son un poco más complicadas y menos exactas.
Uno de los aspectos que más se discuten entre los círculos de los arqueólogos profesionales son las fechas. Esto es importante ya que nos ayuda a comprender el contexto histórico- social en el que determinado hecho ocurrió o en el que determinado grupo humano vivió y se desarrolló, así como los retos que enfrentaba un determinado grupo en un período de tiempo especifico.

Los arqueólogos usamos muchos medios en nuestro trabajo: referencias escritas, tradición oral, restos encontrados en el en el campo, pictografías, entierros, etcétera. Para establecer las fechas también hay muchos métodos, entre ellos: El carbono radioactivo (carbono 14; carbono 12) la dendrocronología, la geología, los perfiles estratigráficos, y otros métodos muy sofisticados. El problema es que todo esto lo que hace es hacer comparaciones con ciertos patrones que se establecen, basados en hechos que se dan por ciertos, pero que en verdad son puras teorías ya que los patrones de comparación han sido establecidos basados en hipótesis. De manera que lo único que sí es cierto, ciento por ciento, es que alguna cosa puede ser más antigua que otra con la que se compara. Lo demás, tiene un margen de tolerancia que puede ser a veces, muy grande.

Así ocurre también con la arqueología bíblica. Hay hechos que están muy bien ubicados como, el ministerio y la crucifixión de Cristo, pero a medida que nos adentramos en el Antiguo Testamento, las cosas no son tan claras ni tan definitivas, y muchas veces se han establecido “acuerdos” o se aceptan fechados que no son definitivos. No voy a entrar siquiera en lo relativo a la inexactitud real de los fechados y los elementos de contaminación que pueden alterar estos métodos que han sido aceptados desde hace muchos años.

Uno de los métodos que se sigue apreciando es el de las referencias escritas en fuentes antiguas. Cuando digo escritas me refiero a cualquier manifestación, bien sea escritura jeroglífica, cuneiforme así como pictogramas, esculturas o tallas. Hace dos años cuando visité el Museo del Cairo en Egipto tuve la oportunidad de ver la Estela que generalmente se reconoce como la más antigua referencia que existe en fuentes fuera de la Biblia sobre la existencia del pueblo de Israel. Los expertos en escritura jeroglífica han indicado con mucho énfasis que con un margen muy pequeño de error se puede ubicar esta referencia histórica entre los años 1210 y 1205 a.C.

En estos días los egiptólogos están muy atareados pues todo parece indicar que existe otra estela mucho más antigua que también menciona al pueblo de Israel, lo cual Hace que las teorías de algunos Académicos se vengan al suelo y que los escépticos en este campo, tengan que reconocer que la Biblia es una fuente MUCHO MÁS confiable que lo que algunos estaban dispuestos a admitir.

La estela en cuestión se encuentra en el Museo Egipcio de Berlín y el investigador de la Universidad de Munich especializado en egiptología y Biblia Hebrea Manfred Görg ha estado estudiando la misma, estableciendo una antigüedad de unos 200 a 300 años más de antigüedad para la presencia de Israel como pueblo en Egipto siendo sojuzgado por el faraón en el poder.

Cada día los científicos tienen que reconocer que muchas de las cosas que decían, no eran ciertas y que la Biblia, TENÍA RAZÓN…

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Oscar