viernes, 9 de marzo de 2012

Libertad bajo fuego II Parte

Cómo y por qué se intensifica la persecución contra los cristianos en los Estados Unidos
Por Dr. Nathaniel Sullivan

Desde luego, los cristianos estamos a favor de los derechos civiles básicos para todos. Creemos que debemos tratar a todos con dignidad y respeto. Pero esto no tiene que ver con tratar a las personas con dignidad y respeto.


¿Debe la ley obligar a los cristianos a contratar a homosexuales, aunque hacerlo vaya en contra de sus creencias religiosas profundamente arraigadas, o simplemente, va en contra de lo que ellos creen que sería bueno para su actividad comercial?

• ¿Debe la ley obligar a los ministerios cristianos a contratar a personas lesbianas, gays, bisexuales o transexuales (a quienes a menudo se refieren como LGBT, por sus siglas en inglés )?

• ¿Debe la ley obligar a una agencia de adopción, que tiene objeciones morales contra el matrimonio de personas del mismo sexo, a cerrar sus puertas si se negara a colocar niños en hogares de parejas del mismo sexo? ¿Debe la ley negarle a un ministerio el derecho de ofrecer sus beneficios a los cónyuges solo cuando los empleados tienen un matrimonio tradicional?

• ¿Deben las escuelas negarles a los padres el derecho de hacer que sus hijos no participen de clases en que se trata y se defiende la homosexualidad?
• ¿Debe el gobierno obligar a los soldados y capellanes militares a aceptar las relaciones homosexuales como normales?

• ¿Debe la ley obligar a un consejero cristiano a aconsejar a una persona a reparar una relación homosexual? Si el cristiano cree que la homosexualidad está mal, ¿debe esto impedirle que reciba un diploma como consejero en una universidad pública?

• Si un profesional de la salud tiene objeciones morales con respecto al aborto, ¿deben las leyes obligarlo a realizar abortos contra su voluntad, como se decidió en Europa?

• ¿Deben las leyes obligar a los farmacéuticos a dispensar medicamentos y elementos contra los que ellos tienen una objeción moral, como el Plan B, una droga que induce el aborto?
• ¿Deben las autoridades informar a las personas que desean orar espontáneamente y en silencio en lugares públicos que sus actos son ilegales y que deben hacerlo en otro lugar?

• ¿Debe considerarse un delito el exponer verdades bíblicas, incluyendo el evangelio de Jesucristo, a otras personas?

Estos son algunos de los asuntos que están preparando el camino para la persecución contra los cristianos en los Estados Unidos. A muchos cristianos les sorprenderá saber que una gran cantidad de personas —algunas de las cuales tienen gran influencia y poder— realmente quieren atropellar los derechos de conciencia y las libertades de los cristianos y otras personas que tienen convicciones morales. Sin embargo, esto es lo que está sucediendo hoy, en 2012, en los Estados Unidos. Y ni siquiera hemos considerado las implicaciones del matrimonio entre personas del mismo sexo, en el caso que en esta tierra se convirtiera en ley. Esta posibilidad plantea amenazas reales y muy graves, no solo para el matrimonio y la familia —precisamente las instituciones por las cuales nos identificamos—, sino también para la libertad religiosa. Este es un tiempo en que los cristianos no pueden darse el lujo de quedarse callados. Debemos hablar y defender la institución del matrimonio, que Dios nos dio, como un compromiso para toda la vida entre un hombre y una mujer; debemos defender al matrimonio como la institución más estabilizadora de la sociedad.

Antes de concluir, consideremos brevemente los comentarios de Franklin Graham. Durante los últimos años el islamismo ha crecido rápidamente y ha ingresado en muchos países occidentales. Aunque no todos los musulmanes son militantes, Graham tuvo razón al reconocer la violencia que existe dentro del Islam, especialmente en ciertas sectas islámicas. Y, más aun, Graham tuvo el derecho de expresar públicamente sus convicciones.

En un mundo en que las personas creen que la verdad cambia constantemente, la verdad objetiva no se recibe bien. Los cristianos abogan por la verdad objetiva. Jesús, nuestro Salvador y Señor, dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14.6). A propósito, la idea de que Jesús sea el único camino a Dios es ofensiva, en sumo grado, para las personas que rechazan la idea de la verdad absoluta. Pero los creyentes sabemos, no solo que la verdad absoluta existe, sino que conocer la verdad y aceptarla tiene poder para liberar a las personas de ataduras. En Juan 8.32, Jesús lo expresó de esta forma: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. La ironía más grande es que gran parte de las “expresiones agravantes” que se atribuyen a los cristianos, en realidad están arraigadas en el amor.

Es interesante el hecho de que nuestros hermanos y hermanas en el Reino Unido también están viendo un aumento de la persecución. De hecho, es peor allí que aquí; pero los Estados Unidos van precisamente por el mismo camino.

No se pierda mañana la conclusión de este interesante artículo

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Oscar