Ayer hablé con una querida amiga que me contaba cómo algunas iglesias hispanas de la región en la que ella vive, se NIEGAN a tener servicios de adoración en inglés o clases de la Escuela Dominical en inglés, porque ellas son iglesias hispanas, a pesar de estar perdiendo a los jóvenes, muchos de los cuales han nacido en este país, y manejan con mucha dificultad el español prefieren irse a iglesias anglosajonas y otros simplemente no ir más a la iglesia. ¡Qué cosa tan triste!
Esto me trajo a la mente a otro querido amigo y consiervo que es profesor en uno de los Seminarios de nuestra Convención, con quien almorcé recientemente. Comentándole acerca de la manera en la que nuestra iglesia ministra, al final me dijo que cuando regresara por esta ciudad, quería visitar nuestra iglesia y reunirse conmigo pues lo que nosotros hacemos es lo contrario a lo que él ha estado enseñando y quiere ver cómo esto es posible.
Me llama la atención y me sorprende. En verdad, para mí siempre esto ha estado claro. Hace más de veinte años Dios puso en mi corazón esta idea, la pusimos en práctica en la ciudad de Albuquerque, en la Girard Baptist Church, y funcionó de maravillas. Este es el mismo modelo, que con los ajustes necesarios debido al tiempo que ha pasado, estamos usamos hoy día en el Ministerio Hispano de la Breentwood Baptist Church en Bretwood.
El principio es simple. Vivimos en una sociedad multicultural en la cual constantemente interactúan hispanos con anglosajones, árabes, asiáticos, palestinos, africanos, blancos, negros, chinos, coreanos, vietnamitas y la lista se hace interminable. Y si en los restaurantes, los mercados, las gasolineras, los hospitales y los cines, entre otros lugares, interactuamos, ¿por qué razón en la iglesia queremos separarnos? ¿Por qué pensar en un culto de adoración solo en español cuando tenemos gente que no lo entiende?
En nuestra iglesia, el pastor principal, predica el domingo en inglés y nosotros proveemos servicio de traducción simultánea en español. De esa manera, hispanos y anglosajones adoramos juntos en uno de los tres cultos de adoración que ofrece nuestra iglesia cada domingo. Usamos P.L.A.C.E y damos entrenamientos en español, pero usamos mentores anglosajones y ofrecemos traducción para los que no se pueden comunicar en inglés en esa sesión final del entrenamiento.
Tenemos grupos de estudio bíblico en español, pero animamos a los hispanos que entienden inglés que asistan a clases o grupos de anglosajones. Nuestros preescolares, niños y jóvenes solo tienen grupos en inglés y es sorprendente la manera en la cual algunos niños recién llegados al país, en pocas semanas se relacionan e interactúan con los niños anglosajones.
Ofrecemos estudios bíblicos a mediados de semana en español, pero también animamos a que los hispanos asistan a los grupos en inglés, al igual que con los grupos pequeños de discipulado. ¿Cuál es la filosofía detrás de todo esto? Simplemente vivimos en una sociedad a la cual nos debemos de integrar y no de separar. No digo que culturalmente, pues nuestras culturas son diferentes, pero socialmente. ¿Qué principio bíblico respalda esto? Hechos capitulo 10 comenzando en el versículo 9. ¿Y sabe por qué? Porque detrás de ese deseo “separatista” lo que se esconde es un complejo de inferioridad.
Con dolor he podido ver en el suroeste de los Estados Unidos iglesias dedicadas a hispanos de un país determinado y anunciar esa selectividad con orgullo. Muchas veces he tenido que darle una respuesta áspera a algún hermanos, pues al serle presentados, lo primero que me pregunta es ¿y de dónde tú eres? ¡Oye mi hermano, yo soy de Reino de Dios, y el país donde nací, no lo seleccioné yo!
He llegado a pensar que en algunos, eso es una clara indicación de que se sienten SUPERIORES. Para un judío como Pedro relacionarse con un gentil era hacerse inmundo y esa condición le impedía acercarse y relacionarse con Dios. Pero Pedro estaba ignorando una nueva realidad: Jesucristo había venido a abrir las posibilidades de salvación para los gentiles. Pedro al ver la visión y oír que se le mandaba a matar y comer se negó y argumentó con el Señor, pero finalmente captó el mensaje. Dios había enviado en su busca a los soldados que Cornelio, el Centurión romano, había enviado por él.
Hechos 10: 14-16 no es un documento histórico. Es una línea de conducta a seguir. ¡Dios no hace acepción de personas! ¿Cuándo vamos a entender esto? Hermanos, para Dios no hay legales ni ilegales, hay almas perdidas que los cristianos tenemos que salir a buscar. No hay blancos ni negros, hay personas que hay que evangelizar. No hay pobres ni ricos, cultos ni analfabetos, hay seres humanos caídos que por la Gracia de Dios mediante Jesucristo pueden ser adoptados como hijos y convertirse en herederos de la promesa.
En lugar de buscar tener un culto de adoración separado, o de buscar la separación, yo creo que Dios nos está llamando a unirnos. Tuve el gozo de visitar una iglesia en New Jersey que pastorea un muy querido amigo. Ellos comenzaron hace varios años esa congregación usando las facilidades de una iglesia anglosajona. Al principio eran un grupito y la iglesia anglosajona no les cobraba por usar las facilidades y les ayudaba a pagar el sueldo pastoral. Han pasado muchos años, la zona cambió su estructura demográfica. Muchos hispanos se mudaron para allí y muchos anglosajones se fueron de allí. Hoy día la iglesia hispana es grande y fuerte y la congregación anglosajona se ha debilitado y reducido a un grupito. Los hispanos son ahora los que pagan todas las cuentas del templo, incluyendo el sueldo del pastor anglosajón. ¡Están juntos y en armonía! Qué lindo ejemplo a seguir. Qué gran testimonio al mundo inconverso. ¿Alguna vez ha pensado que nosotros somos los GENTILES que los judíos odiaban?
Esta no es una posición oficial ni refleja una idea Convencional. No refleja la opinión ni idea de alguien diferente a mí. Es simplemente lo que pienso y practico. Por eso me gusta ser un escritor e investigador independiente, ya que no tengo que seguir reglas ni normas dictadas por alguna institución, y eso me da la posibilidad de hacer lo que entiendo que dice la Biblia que es en definitiva la que establece mi norma de conducta y mi línea de pensamiento.
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Oscar