martes, 11 de septiembre de 2018

ESTUDIO DE ÉXODO (30)


ÉXODO 25:1- 40 EL SANTUARIO (El Tabernáculo II Parte)

Dice un refrán popular: Lo que abunda, no daña. Y Dios dio las instrucciones para la edificación del tabernáculo con lujo de detalles, para que nada pudiera ser interpretado individualmente y hecho de otra manera. La gigantesca tarea de supervisar y dirigir que todo fuera hecho según lo indicado por Dios recayó sobre Moisés. Esa es una de las tareas de los líderes, hacer que las cosas se realicen exactamente como han sido planeadas, siguiendo las instrucciones. Moisés tenía delante de él una tarea muy difícil y complicada, pero lo que ya había realizado le garantizaba que Dios era quien estaba en control y era el que estaba dirigiendo todo cuanto él hacía. 
PENSAMIENTO INICIAL:
          
Por ser templo del Espíritu Santo,  los creyentes deben reflejar la Santidad de Dios. 
PASAJE BÍBLICO: ÉXODO 25:1- 40
Éxodo 25:1 – 40
1 Jehová habló a Moisés, diciendo: 2 Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda. 3 Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata, cobre, 4 azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, 5 pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, 6 aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, 7 piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral.
8 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. 9 Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis. 10 Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. 11 Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor. 12 Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado. 13 Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. 14 Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. 15 Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán de ella. 16 Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. 17 Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. 18 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. 19 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. 20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. 21 Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. 22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel. 23 Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. 24 Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor. 25 Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. 26 Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. 27 Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa. 28 Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. 29 Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los harás. 30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente. 31 Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. 32 Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado. 33 Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salen del candelero; 34 y en la caña central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores. 35 Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen del candelero. 36 Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro. 37 Y le harás siete lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante.
38 También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. 39 De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios. 40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.



ANALIZANDO EL PASAJE BÍBLICO:
Este estudio es una continuación del estudio de la semana anterior. El arca no era una caja vacía. Contenía tres elementos que se enumeran en Hebreos 9:4 … y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto”. El contenido del arca era simbólico. “La vara de Aarón” que reverdeció profetizaba la resurrección del Señor. El maná indicaba que Cristo es el pan de la vida y los Diez Mandamientos profetizaban la vida que Él viviría en la tierra, cumpliendo la Ley en todos los puntos y cumpliendo las profecías que anunciaron Su venida.
Las tablas del pacto hablan de la realeza de Cristo. Él nació como Rey, vivió como Rey, murió como Rey, y se levantó de la muerte como Rey y ¡Él regresará a la tierra como Rey! El programa de Dios se está desarrollando hoy y se ha estado desarrollando desde la eternidad pasada hasta el día cuando Cristo reinará sobre esta tierra. Esta tierra necesita una ley. El hombre necesita un Rey. Y algún día ¡Él vendrá como Rey de reyes y Señor de señores! 
La olla de maná señala a Cristo como un profeta. Él habló por Dios como dice claramente Juan 6:32 : “Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo”. Jesucristo era y es el mensaje de Dios para el hombre. Él era el Logos, el Verbo de Dios, el alfabeto completo de Dios, el Alfa y la Omega. Él es el mensaje final de Dios para el hombre. Desde que Cristo vino a la tierra como Dios-hombre, el cielo ha estado en silencio porque Dios no tiene adiciones para añadir después de Jesucristo. No tiene posdata a la carta escrita, porque Cristo es la encarnación misma de esa carta. Dios reveló Su corazón en Cristo. La vara de Aarón que reverdeció señala a la obra de Cristo como Sacerdote. Los profetas hablaban por Dios a los hombres; y el sacerdote hablaba por el hombre delante de Dios. En Su función de sacerdote, Jesucristo se ofreció a Sí mismo. Como sacerdote Él fue al cielo y ahora se sienta a la diestra de Dios. Jesucristo, el Dios-hombre, resucitó de los muertos, y Él es el único ejemplo de la resurrección hasta la hora presente. Los lirios de la Semana Santa no hablan de la resurrección de Jesús, pero la vara de Aarón que reverdeció sí lo hace. Era un viejo gajo muerto que cobró vida. El arca señalaba a Cristo como Profeta, Sacerdote y Rey. El apóstol Juan dice en Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. 
El propiciatorio descansaba sobre el arca y lucía como si fuera la parte superior del arca, pero era una pieza independiente. Estaba hecho de oro puro y tenía querubines en cada extremo con sus alas extendidas, cubriéndolo y mirando hacia la parte superior donde se colocaba la sangre del sacrificio. Era aquí donde el sumo sacerdote rociaba la sangre del sacrificio. Fue la sangre lo que lo convirtió en el propiciatorio. Esto también fue un símbolo del trabajo de Cristo. Él literalmente roció Su sangre con Su muerte en la Cruz. 


En el Lugar Santo había tres objetos: (1) El candelero de oro (llamado la Menora), (2) la mesa de los panes de la proposición, y (3) el altar del incienso. Este era el lugar previsto para para realizar la adoración. El candelero de oro es uno de los tipos más perfectos de Cristo que tenemos, la mesa del pan de la proposición habla de Él como el Pan de la Vida y el altar del incienso habla de la oración y nos recuerda que el Señor es hoy nuestro intercesor, y le oramos al Padre por medio de Él. La mesa del pan de la proposición tenía doce barras de pan. Hay muchas explicaciones de cómo se organizaron estos panes, pero lo importante es recordar que cada barra representa a una de las 12 tribus de Israel. Observa que la mesa tenía dos codos de largo, y un codo de ancho, es decir, el doble de largo que de ancho. La mesa del pan de la proposición era de la misma altura que el arca del pacto.


El candelabro de oro (la Menora), en la mayoría de las traducciones de la Biblia se le llama el candelero, pero en realidad era un candelabro. El candelabro es probablemente la imagen más perfecta de Cristo que se encuentra en los utensilios y mobiliario del tabernáculo. Era de oro puro hablando así de Su deidad. Lo representa como lo que Él es: Dios. Para adorar a Dios hay que caminar en Su luz. Cristo es la luz, y el candelero (la Menora) en el Lugar Santo simboliza eso. 
El candelabro estaba hecho de una sola pieza de oro. Fue hecho martillando el oro, y era muy ornamentado. Tenía un eje central, y a cada lado se extendían, desde ese eje, tres brazos a cada lado, haciendo un total de siete brazos. Cada brazo era como la rama de un almendro con frutos y flores. En la parte superior había una flor de almendro abierta, y aquí se colocaban las lámparas llenas de aceite. A este candelabro se le llama la Menora.
Las flores de almendro parecían de madera pero eran doradas. Nos recuerdan a la vara de Aarón que reverdeció. Cuando la prerrogativa sacerdotal de Aarón estaba en tela de juicio, el florecimiento de su vara de almendro estableció su derecho al sacerdocio. La vara de almendro que era una rama muerta se reverdeció para dar fruto. El candelabro alumbraba al Lugar Santo.  Observa que el candelabro mantenía las lámparas encendidas. A su vez, las lámparas revelaban la belleza del candelabro. 
El aceite en las lámparas representaba al Espíritu Santo. Jesús dijo refiriéndose al Espíritu Santo en Juan 14:26 : "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho ". Estimado hermano o hermana, piensa que cuando tú y yo estudiamos la Palabra juntos, nos encontramos en la presencia de Jesucristo, y es el Espíritu Santo quien toma las cosas de Cristo y nos las revela, de la misma manera que esas lámparas en la Menora revelaban la belleza del candelabro. El Espíritu Santo nos revela a Cristo como el Hijo de Dios, que vino a la tierra a rescatarnos y pagar el precio por nuestros pecados y que vive en el cielo para interceder por nosotros.   
 
PARA REFLEXIONAR:
¿Cómo pudieran los creyentes reflejar hoy día la santidad de Dios en este mundo en el que vivimos?                         

REFLEXIÓN PERSONAL:
 ¿Vives sabiendo que eres un templo del Espíritu Santo de Dios?
 ¿Qué cosas no llevas a la iglesia en la que te congregas?
¿Has pensado alguna vez que tú eres un templo del Espíritu Santo antes de ver, leer u oír algo?
Piensa si debieras hacer algunos ajustes en tu manera de vivir a la luz de esta verdad
¿Está tu vida adecuadamente adornada para honrar al Espíritu Santo que mora en ti?
¿Hay algo que debieras sacar de tu vida porque eso desagrada a Dios?
¿Cómo crees que algunas veces debe sentirse el Espíritu Santo por algo que haces?
¿Qué pudieras hacer para no caer en ese error?
¿Hay algún compromiso que quisieras hacer hoy con Dios?
¿Hay algo en tu vida de lo cual quisieras desprenderte?
¿Por qué no le entregas hoy, todas tus cargas a Jesús?   


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Oscar