Digno es el Cordero
Apocalipsis 5:1-14
Apocalipsis 5:1-14
Para todos
los puestos de liderazgo existen condiciones, cualidades y requisitos que los
aspirantes deben cumplir. Por lo general, los líderes que dirigen o supervisan
esas posiciones tienen expectativas que esperan que los aspirantes cumplan, a
la vez aquellos que se relacionan con esos líderes, también tienen
expectativas.
Por lo
general, la mayoría de las personas cumplen con los requisitos mínimos, pero
solo los que son elegidos como líderes, son los que cumplen con los mayores
estándares para el cargo al cual aspiran.
¿Qué características espera usted que
tenga un líder?
¿Qué haría usted si estuviera buscando
líderes y nadie tuviera los requisitos?
¿Para qué necesitamos a los lideres?
Ponemos personas en posiciones de liderazgo Porque eso asegura que las personas y las acciones se encaminen a alcanzar las metas. De manera que el tiempo se pueda mover en una dirección: Hacia adelante. Por eso necesitamos líderes que nos guíen a alcanzar nuevas metas y a llegar a tener un futuro mejor.
Esa es una
meta difícil de alcanzar para cualquier líder. ¿Es posible que haya alguna
persona que pueda hacer semejante cosa?
Hay un viejo
himno que dice: “Aunque no sé qué nos
traerá el mañana;
Yo
sé quién controla el futuro…,
Y
la vida vale más y más solo por Él”
En el
capítulo 5 de Apocalipsis, el apóstol Juan sigue con su descripción del salón
del Trono, y aquí nos presenta un bello cuadro del Único que no solo conoce nuestro futuro, sino que lo
tiene en Sus manos.
CONTEXTO de Apocalipsis 5:1-14
Hay dos
aspectos muy importantes de la cultura de este tiempo que tenemos que tener
presentes para poder comprender el capítulo 5 de Apocalipsis. El primero son
los “rollos”. Esta era la manera que
existía para escribir. No se habían inventado las hojas de papel de 8 x 10 ni
obtener el papel de la pulpa de los árboles. Los rollos se hacían de papiro y
este era un laborioso y largo proceso. Cuando el escriba escribía el manuscrito,
este se enrollaba y para mantener en privado su contenido, se sellaba con gotas
cera.
El segundo
elemento importante es “el cordero”.
En el nuevo Testamento en griego la palabra usada es “ἀρνίον” [arnion] que significa ovejita y es usada
unas 30 veces como título en referencia a Jesús. Las cuatro primeras veces
aparecen en el capítulo 5 de Apocalipsis: Apoc. 5: 6; 5:8; 5:12 y 5:13. El
punto culminante se presenta en Apocalipsis 22:1 que dice: Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como
cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
El capítulo 5 de
Apocalipsis combina estos dos importantes aspectos al ser el “Cordero” el que puede abrir el “rollo”.
La Búsqueda:
Apocalipsis 5: 1-4
Apocalipsis 5: 1-4
En esta
primera sección, Juan se concentra en el que está sentado en el trono y en el
ángel poderoso.
Apocalipsis 5:1
Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el
trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
Ahora Juan
detalla aspectos no mencionados en el capítulo 4. El que está sentado en el
trono tiene MANOS y en su mano derecha sostiene un rollo poco común: 1.) Está
escrito por dentro y por fuera y 2.) Esta sellado con siete sellos.
Un sello era
suficiente para asegurar la privacidad, siete sellos significan que el
contenido del rollo era inaccesible por completo.
¿Qué significado
tiene este rollo? Los eruditos han debatido mucho acerca de este asunto. Pero
me parece más convincente la explicación que lo relaciona con Ezequiel 2:10: Y lo extendió
delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritas en
él endechas y lamentaciones y ayes. Este era un rollo del “futuro”, de lo que iba a
suceder dentro de algún tiempo. Este es un aspecto crítico, clave para poder
entender el resto del libro de apocalipsis.
En los capítulos
6 y 7 se rompen los primeros seis sellos del rollo, esto es una especie de introducción, luego en
el capítulo 8:1 se rompe el séptimo sello y Juan describe el Juicio Final y la
salvación de los fieles.
Apocalipsis
5:2-3
2 Y
vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el
libro y desatar sus sellos? 3 Y
ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el
libro, ni aun mirarlo.
Juan presta
atención a este a quien llama un ángel fuerte. Pero el apóstol presta más
atención a la pregunta que hace este personaje que en identificarlo. El ángel
conocía la respuesta a su pregunta. Pero no había alguien digno en algún lugar
que mereciera este honor de abrir este rollo que mostraba lo que sucedería en
el futuro.
Apocalipsis
5:4
Y lloraba yo mucho, porque no se
había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Hasta ahora,
en esta visión del trono de Dios, Juan
no nos ha dicho que sentía él: ¿Estaba jubiloso o aterrorizado? No lo dice.
Pero ahora señala que “lloraba mucho”.
Probablemente estaba triste al pensar que no vería lo que se le había prometido
en 4:1.
El Descubrimiento
Apocalipsis 5: 5-7
Apocalipsis 5: 5-7
Sin
mencionar el nombre de Jesús o la función del Cristo, se descubre al Cordero y
se presenta como el Único calificado para ejecutar el Plan de Dios. Esto
elimina cualquier duda acerca de la identidad del Cordero.
Apocalipsis
5:5
Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
Se encontró al
que es DIGNO y se pasa a su identificación. Esta expresión: “el León de la tribu de Judá” solo aparece
aquí en el Nuevo Testamento, pero es similar a la bendición de Jacob a su hijo
Judá, que encierra el mensaje profético
de que el Mesías nacería de un descendiente de la tribu de Judá. Dice
Génesis 49:9-10
9 Cachorro de
león, Judá;
De la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
Así como león viejo: ¿quién lo despertará?
10 No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.
De la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
Así como león viejo: ¿quién lo despertará?
10 No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.
En segundo
lugar se le llama: “la raíz de
David” expresión que igualmente solo se encuentra aquí en el Nuevo Testamento.
Probablemente haciendo referencia a Isaías 11:1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un
vástago retoñará de sus raíces. Aquí claramente se dice que el
Mesías sería un descendiente de Isaí, el padre de David. En relación con Jesús,
estos títulos son una síntesis de las expectativas que tenía el pueblo de
Israel sobre el reinado del Mesías prometido que vendría.
Apocalipsis 5:6
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Juan escuchó que el anciano hablaba de un león, pero lo que él vio fue: un Cordero como inmolado…
Los judíos
estaban familiarizados con las ovejas que se ofrecían en sacrificio, pero ahora
se presentaba una Oveja que se había inmolado y ahora nuevamente vivía y estaba
en pie en el salón del Trono de Dios. ¡Estaba en el centro del salón del Trono!
Es evidente que esta es una representación de Jesús, el Cordero de Dios,
crucificado, resucitado y ahora a la mano derecha del Padre. Observen que aun
en el cielo hay un recordatorio constante de la crucifixión de Cristo.
Veamos ahora
que significan los símbolos que se le adjudican al Cordero. Los siete cuernos
representan el poder. Los siete cuernos son un símbolo del poder, de la
fuerza que tiene el animal que los posee. En Salmos 18:2 David llama a Dios el:
קֶרֶן qeren [cuerno] de mi salvación,
aunque RV traduce la palabra “qeren” como “fuerza”.
Los siete
ojos significan la visión y el conocimiento. Recuerden que siete es
el número de la perfección. A continuación Juan identifica a los siete ojos con
los siete espíritus de Dios, que es
el Espíritu Santo mencionado antes en Apocalipsis 1:4 y 4:5. Es importante
notar la conexión entre Dios el Padre con Dios el Espíritu Santo en Apocalipsis
4 y la conexión entre Dios Espíritu Santo y Dios el Hijo en Apocalipsis 5.
Apocalipsis 5:7
Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
¿Recuerdan la pregunta del ángel? El Cordero viene y toma el rollo de la mano derecha del que está sentado en el Trono.
Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
¿Recuerdan la pregunta del ángel? El Cordero viene y toma el rollo de la mano derecha del que está sentado en el Trono.
La Honra
Apocalipsis 5:8-11
Apocalipsis 5:8-11
La
magnificencia de esta escena es deslumbradora. Es difícil de describir y por
mucho esfuerzo hecho por Juan, no podemos captar toda la magnitud de la escena
que revela al Cordero de Dios, en su Gloria.
Apocalipsis
5:8
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;
Observen que
estas figuras celestiales: Se postran ante el Cordero. Que gran diferencia con
los miserables seres humanos que hoy desafían y niegan al Cordero. Eso también
ocurría en los días de Juan y por eso Dios le da esta magnífica visión del
futuro. Un día, esos arrogantes humanos tendrán que comparecer, para juicio,
ante el Cordero.
Los ancianos
tenían dos objetos: arpas dice el Salmo 33:2 “Aclamad a Jehová con arpa”… Y copas de oro con incienso. El incienso era una parte
importante en la adoración a Dios en el antiguo Israel. Juan establece así una
conexión entre la adoración en los cielos y la adoración de los creyentes en la
tierra. Pero ese incienso que se quema, representa “las oraciones de los santos”. ¿Alguna vez había pensado que sus
oraciones son una adoración a Dios en los cielos? En Salmos 141:2 dice David: “Suba mi oración delante de ti como el incienso”…
Apocalipsis 5:9-10
9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Este es un
cantico nuevo, diferente al que cantaban los ancianos en el capítulo 4. Aquí se honra al Cordero. Los ancianos
también dan respuesta a la pregunta del ángel.
El Cordero
tiene este privilegio por lo que ha hecho. El alcance del sacrificio es
universal. Pero, solo aquellos que mediante la fe, se acogen al precio que por
Su Gracia Jesús pagó en la cruz para redimirlos de sus pecados, están incluidos.
El vv. 10
revela dos aspectos estremecedores: Primero: los redimidos hemos sido hechos
para nuestro Dios, reyes y sacerdotes. No se deje confundir. Eso es lo que los
redimidos son para Dios. Segundo: un día, en el futuro, los redimidos reinarán
en la tierra.
Apocalipsis
5:11-12
11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
El
espectáculo es sobrecogedor. Se oye la voz de los ángeles que se cuentan en
“millones de millones”. ¿Cuánto es eso? No tengo idea, pero les aseguro que son
muchos.
En estos
cinco capítulos hay una confirmación de lo que les decía en el primer estudio:
Apocalipsis es un libro de Adoración. En el salón del Trono observe lo
siguiente: 1.) Los seres vivientes cantaban: Santo, Santo, Santo. 2.) La
primera canción de los ancianos (Apoc. 4:1). 3.) Los ancianos cantan una nueva
canción al Cordero (Apoc. 5:9-10) y 4.) Ahora los millones de millones de
ángeles alzan sus voces.
Apocalipsis 5:13-14
13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Juan escuchó
la alabanza de toda forma de vida inteligente en el universo. Pero esta adoración
será en el futuro, cuando el Hijo de Dios sea adorado universalmente. Dice
Pablo en Filipenses 2:10: “…para que en
el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en
la tierra, y debajo de la tierra”;
Las
alabanzas son para el que está sentado en el Trono y para el Cordero. Los seres
vivientes repiten ἀμήν amēn que quiere decir: seguro, verdadero, cierto. La última
imagen de adoración es impresionante…
¿Cómo adora usted al Cordero de Dios?
Después de leer el capítulo 5 de
Apocalipsis, ¿piensa que debe cambiar la manera en la que adora a Dios o cree
que está bien así como lo hace?
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Oscar