sábado, 25 de febrero de 2012

Dios me pertenece… Y yo le pertenezco a Él.

Rosalinda Rinker escribió un apasionante libro titulado: Prayer: Conversing With God [Una traducción libre, sería; Oración: Conversando con Dios].

Ella dice algo que me llamó la atención: “Es muy importante que tengamos un concepto adecuado de Dios. Es necesario que lo veamos como una PERSONA, no como una idea, un concepto, un principio o incluso un concepto espiritual o doctrina. Es importante que Su nombre tenga un sentido REAL para nosotros”.
En cierto sentido parece lógico pensar que para poder establecer una relación personal con Dios, Él tiene que ser algo REAL, personal, en nuestras vidas y no un concepto abstracto.

Eugene Peterson escribió en su libro: The Jesus Way: “Si Dios no es personal, no es nada”.

Y claro esta que estamos hablando de las tres personas de la Trinidad, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios en su unidad trinitaria se nos revela como algo personal. Es un Salvador personal, trabaja en nosotros mediante el Espíritu y es nuestro Padre. Algo personal y REAL, no metafórico o conceptual.

Considero que si entendemos que Dios mediante la Trinidad quiere hablarnos directa y personalmente a cada uno de nosotros, esto nos pone en disposición de escuchar a Dios hablarnos, en diferentes escenarios y oportunidades., y de diferente manera. Si usted recibe a Dios como Padre, acepta a Jesús como su Señor y Salvador y escucha al Espíritu Santo como su Consejero podrá:

Presentarse ante Él y lanzarse de rodillas ante su magnificencia y poder para alabar Su Nombre.

Invitarlo a que le hable mientras caminan juntos en medio del bosque y la oscuridad.

Reconocer que Él esta junto a usted mientras conduce su auto, en un avión, en una reunión en su oficina o tomando una tasa de café.

Mi Dios es REAL, Y el Dios en el que usted cree, ¿cómo es?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Le agradezco mucho su comentario.
Oscar