martes, 21 de febrero de 2012

¿Qué tiene que ver la misericordia en esto?

Por último, en Romanos 12:8 el apóstol habla de misericordia. En la lista de los dones, Pablo señala que quien hace misericordia (eleao) debe hacerlo con alegría (hilarotes). La palabra griega "eleao" puede entenderse como dar o ayudar con dolor, es decir, con sacrificio. No entregando lo que sobra sino quitándonos y dando más allá de lo que tenemos. Eso se puede hacer con un esfuerzo y disciplina, pero aquí Pablo llama a los cristianos romanos a que lo hagan con "hilarotes" es decir alegremente. De manera que lo que se les está pidiendo es que den hasta que les duela mucho y que lo hagan contentos, alegres, jubilosos. ¡No lamentándose ni quejándose por lo que acaban de hacer!

La iglesia primitiva estaba llena de almas necesitadas que sufrían enfermedades o eran muy pobres y en muchas ocasiones ambas cosas. Al hablar de hacer misericordia con alegría [eleao hilarotes], tal vez Pablo se estaba refiriendo a la ayuda que se les debía dar a esas personas. Yo no sé cómo es la situación en el medio en el que usted se desenvuelve. En el que yo me muevo, está lleno de personas necesitadas. Personas que han perdido su trabajo y no pueden encontrar otro, personas enfermas, enfermos que han perdido su trabajo, inmigrantes que no pueden ejercer su profesión, personas con necesidades de todo tipo. Es verdad que algunos vienen a la iglesia solo buscando que pueden recibir. Pero, ¿dónde dice la Biblia que demos con condiciones? Sin embargo, lo malo aquí no está en pedir, sino en aquellos que manipulan los sentimientos de los necesitados y les prometen ayuda SI VIENEN A LA IGLESIA. Eso no está en el Nuevo Testamento, pues la ayuda que vemos se refiere a los de "adentro". Pero insisto, no está mal ayudar a los de afuera, siempre y cuando lo hagamos solo para mostrar el amor de Dios a esas personas..

Siempre me ha llamado la atención el contrate entre los cristianos de Corinto que trataban de buscar aquel que, a su juicio, era el don espiritual más importante, y las enseñanzas de Pablo desalentando cualquier tipo de rivalidad que pudiera surgir entre quienes tenían diferentes dones espirituales. El apóstol en todo momento se esfuerza por dejar bien claro que los dones son regalos espirituales para SERVIR y no para "destacarse" o ser "más importante que los demás".

Cualquier don que el Espíritu Santo otorgaba y era ejercido bajo la influencia del amor a Dios, tenía los elementos necesarios para poder realizar un gran servicio para el Reino. Hacemos daño a nuestras iglesias cuando minimizamos la importancia de algunos dones y llamamos la atención sobre otros dones considerándolos más importantes o superiores. La profecía es muy importante; pero también lo es la enseñanza. La exhortación es fundamental, pero también lo es el servicio. Cuando Dios nos capacita, servimos unos junto a otros con todos los dones que el Señor nos ha dado para extender su reino y establecer su iglesia. Así como el cuerpo tiene muchas partes y todas son importantes y necesarias, así también la iglesia que es el cuerpo de Cristo está integrada por muchas y diversas partes (cada uno de los creyentes) y todos son importantes y necesarios y llamados a trabajar en armonía.

La lista que presenta Pablo en Romanos 8 no es exhaustiva. En otros libros del Nuevo Testamento encontramos otras relaciones de dones espirituales. Pero sería un error suponer que Dios solo puede dar los dones que están escritos en el Nuevo Testamento. Me llama la atención este hecho pues al parecer Dios no quiso dejar una lista que pudiera limitar su creatividad. Al mismo tiempo, no hay dudas que los que se mencionan en el Nuevo Testamento son, obviamente, los dones espirituales.

Si usted no conoce sus dones espirituales, pida a Dios en oración que se los muestre. Puede usar alguno de los muchos inventarios de dones espirituales que existen. Una vez que conozca sus dones, úselos en la iglesia porque este es el contexto en el que Pablo habló de todos los dones del Espíritu. Cuando servimos a Dios con nuestros dones espirituales, lo hacemos por amor a Él, a su iglesia y a nuestros hermanos en Cristo. Además, nuestro servicio promueve la eficacia de la iglesia.

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Oscar