martes, 25 de septiembre de 2018

ESTUDIO DE ÉXODO (32)


ÉXODO 26:1- 37 EL SANTUARIO (El Tabernáculo IV Parte)


PENSAMIENTO INICIAL:
          
Los creyentes tenemos que reflejar la santidad de Dios, porque somos templo del Espíritu Santo,

PASAJE BÍBLICO: ÉXODO 27:1- 21
Éxodo 27:1 – 21
1 Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. 2 Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce. 3 Harás también sus calderos para recoger la ceniza, y sus paletas, sus tazones, sus garfios y sus braseros; harás todos sus utensilios de bronce. 4 Y le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla, y sobre la rejilla harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas. 5 Y la pondrás dentro del cerco del altar abajo; y llegará la rejilla hasta la mitad del altar. 6 Harás también varas para el altar, varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de bronce. 7 Y las varas se meterán por los anillos, y estarán aquellas varas a ambos lados del altar cuando sea llevado. 8 Lo harás hueco, de tablas; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás. 9 Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado. 10 Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. 11 De la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata. 12 El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas. 13 Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos. 14 Las cortinas a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas. 15 Y al otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas. 16 Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas. 17 Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de bronce. 18 La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas de lino torcido, y sus basas de bronce. 19 Todos los utensilios del tabernáculo en todo su servicio, y todas sus estacas, y todas las estacas del atrio, serán de bronce. 20 Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas. 21 En el tabernáculo de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.

ANALIZANDO EL PASAJE BÍBLICO:
Fíjate ahora pues vamos a salir fuera del tabernáculo propiamente dicho; observa que ahora los utensilios están hechos de bronce y no de oro. Vamos a ver el altar de bronce y la fuente de bronce. Todos los objetos en el patio exterior fueron hechos de bronce. Según algunos eruditos bíblicos eso representa el juicio de Dios por el pecado. El asunto del pecado debía resolverse en el patio, antes de ingresar al lugar santo. Recuerda que todo el mobiliario en el lugar santo era de oro y las imágenes que evocan es la de la comunión con Dios y la adoración a Dios.  En el lugar santo no puede existir el pecado. La cuestión del pecado tenía que resolverse en el patio exterior.


El hombre que se paraba en el exterior de tabernáculo y quería acercarse a Dios, lo primero que debía tener era un sustituto para que muriera por él. El hombre podía no querer o podía evitar encontrarse con Dios, pero si quería encontrarse con Él y no morir, tenía que tener un sustituto. Alguien tendría que morir en el altar de bronce en lugar de él.
A veces al altar de bronce se le llama el altar del holocausto. Aquí es donde Dios trataba con el pecador. Este es un tipo que habla de la cruz de Cristo y señalaba proféticamente al hecho de que en realidad Él iba a morir en lugar del hombre. Yo lo he llamado: Una cruz en el desierto!
Pablo dijo en Efesios 5: 2: “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”. Cristo es nuestro holocausto. El altar fue hecho por motivo del hombre, pero el modelo está en el cielo. La cruz fue el altar de sacrificio elegido por Dios. El Señor Jesucristo fue entregado para morir en la cruz, para expiar el pecado de la humanidad tal como había sido determinado por la presciencia de Dios. Cristo es el Cordero sacrificado desde la fundación del mundo. 
No había algún posible acercamiento a Dios excepto por medio del altar de bronce. Allí se debía sacrificar a una víctima que se debía ofrecer como sustituto. Recuerda que ya he citado varias veces a Juan 1:29 porque es fundamental para entender el significado del altar de bronce y su función en el complejo de Tabernáculo, dice así: "Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía a él, y le dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Juan el bautista le presentó a sus discípulos a Jesús como el sustituto del altar de bronce. En eso se convirtió la cruz en las últimas tres horas de la vida de Jesús cuando descendió la oscuridad y Jesús pagó por los pecados del mundo. El altar de bronce realmente era “una cruz en el desierto”.
Dice en Juan 1:12 que "...a todos los que le recibieron, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su nombre". El hombre no podía adorar, orar o servir a Dios porque era necesario que primero pagara por sus pecados, entonces se le dio la posibilidad de llegarse hasta el altar de bronce. Cada sacerdote y cada levita, tenía que venir a este altar a ofrecer sacrificio de sangre por el pecado. Un cordero sin mancha era sacrificado, hasta que llegó el Cordero de Dios a quitar el pecado del mundo. Quiero insistir una vez más, a riesgo de redundar y aburrir, pero para mí este es uno de los tipos importantes del Tabernáculo: ¡El altar de bronce fue la cruz de Cristo erigida en el desierto! Sin el sacrificio de Jesucristo en La cruz, no tendríamos acceso a Dios.
 Jesucristo no es solo el Cordero de Dios que murió por nosotros, sino que también es el Cordero que resucitó y está a la diestra del Padre. El apóstol Juan en Apocalipsis 5: 6 dice  que él vio: “… un Cordero como inmolado”.  El altar de bronce estaba a la entrada del tabernáculo para dar acceso a la presencia de Dios mediante el derramamiento de la sangre del sacrificio por el pecado. La Cruz de Cristo está ante el cielo: fue levantada en esta tierra, y no hay entrada al cielo sino es por esta Cruz. El altar era de madera de acacia recubierta de bronce. Y el simbolismo es muy grande.  La madera de acacia habla de su fuerza y resistencia y el cobre que la cubría habla del juicio. ¿No te parece que es una bella imagen de la cruz de Cristo?
El Tabernáculo también tenía un atrio con cortinas de lino torcido, el atrio debía estar orientado de acuerdo con las instrucciones que se habían dado. Las cortinas eran de cien codos de longitud a cada lado. Y sigue detalladamente la descripción del atrio dice: Éxodo 27:16 Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas”.
Observa con cuidado una vez más, ya que los colores de las colgaduras cuentan una historia. El azul era el color celestial y señalaba al hecho de que Cristo vendría del cielo. El rojo era para indicar la humanidad de Cristo y la sangre que derramaría para salvar a la humanidad. El violeta era una mezcla de azul y escarlata (rojo), y era el color de la realeza, y esto era para indicar la realeza de Cristo. 
Los sacerdotes y levitas tenían que entrar por la puerta del Tabernáculo que separaba a este del atrio. Esta entrada tenía solo cinco codos de altura. La cerca o valla que rodeaba al Tabernáculo y que impedía que alguien pudiera entrar en el atrio a no ser por la puerta, era de cien codos por cincuenta codos. 
El final de este capítulo es muy interesante. Se trata del aceite para la lámpara, y me llama mucho la atención porque no es usual que este tema se plantee en este lugar en particular. Los hijos de Israel debían traer aceite puro de olivas para que la Menora alumbrara siempre. Era aceite de la más alta calidad. El aceite, como ya he dicho antes, señala al Espíritu Santo de Dios y Él nos da la luz. El Espíritu Santo no habla de sí mismo, sino que toma las cosas de Cristo y nos las muestra.
La luz ardiente habla de Cristo. Pero ahora todo ha cambiado: nuestro Señor Jesucristo volvió al cielo.  Y en Mateo 5:14 Él dice que nosotros somos la luz del mundo. ¿Te das cuenta de lo que eso significa? Tú y yo no alumbramos mucho por nosotros mismos, pero el Espíritu Santo de Dios puede usarnos para alumbrar a la tierra. La primera imagen que tenemos de Cristo en el Libro de Apocalipsis lo muestra caminando en medio de los candeleros. Él está llamándonos a mantener la luz del testimonio de la iglesia viva y ardiendo en la tierra. ¡Cristo nos está llamando a nosotros, los que somos suyos!

PARA REFLEXIONAR
:
¿Consideras que estás haciendo todo lo posible para ser luz en medio de las tinieblas de este mundo?


REFLEXIÓN PERSONAL:
¿Cuál es la fuente que usas para poder alumbrar en este mundo?
¿Cómo te sientes al saber que eres un templo de Dios?
¿Cómo te sientes al saber que el Espíritu Santo mora en ti?                           
¿Puede tu luz penetrar las tinieblas a tu alrededor?
¿Crees que alumbras lo suficiente?
¿Hay alguna forma en la que puedas hacer que tu luz alumbre más?
¿Cómo te sientes al saber que Dios te ama mas de lo que puedes imaginar?  



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Oscar