miércoles, 18 de julio de 2018

ESTUDIO DE ÉXODO (22)


Éxodo 18:19-20 ESTABLECIENDO LAS PRIORIDADES


Cuando comencé mi pastorado en la ciudad de Albuquerque en New Mexico, la “Iglesia madre” nos proporcionó todo lo que necesitábamos. Sin embargo, al poco tiempo, el Departamento de Inmigración comenzó a relocalizar a los inmigrantes Hispanos que llegaban al país en la ciudad. La Organización oficial que debía atender a esa gente no daba abasto y nos pidieron ayuda. Aunque éramos una congregación muy joven, la Comunidad de Iglesias Bautistas de Albuquerque nos echó una mano.
La tarea era tan grande, que era del todo imposible que yo pudiera ocuparme de todas las tareas que se presentaban. Dios me proveyó junto con el reto, a un verdadero “Aarón” y a algunos “Jetros” para llevar adelante la labor.
Logramos establecer un almacén de ropas y calzado para dar a los recién llegados, una despensa para proveer alimentos para los primeros días en el país, una comisión que semanalmente iba al aeropuerto a esperar a los inmigrantes que llegaban los miércoles por la noche y seguirlos hasta el apartamento donde vivirían, para entregarles alimentos, leche, pan, café etcétera para las primeras horas en este país. Se organizó una Cena Comunitaria semanal los jueves en la tarde y un culto de adoración a continuación, similar al del domingo en la mañana. Se establecieron relaciones con diferentes centros de trabajo y algunas agencias de empleo, para ofrecerles (gratuitamente) trabajo a los recién llegados tan pronto recibían la autorización para trabajar. Se establecieron nexos con el Departamento de Inmigración para ayudar a llenar los modelos que fueran necesarios ya que los recién llegados no hablaban inglés. En aquel entonces, al parecer el Estado y la ciudad no tenían los recursos o la organización necesarios, para hacerle frente al problema que se estaba presentando.
Se realizaron varios banquetes con la participación de muchas personalidades de la Comunidad Hispana para recaudar fondos para suplir los gastos extras de este programa que habíamos iniciado sin algún presupuesto, lo cual nos permitió adquirir dos furgonetas para las actividades relacionadas con el ministerio. Una familia de la iglesia que poseía un taller de reparaciones, se hizo cargo de los mantenimientos y reparaciones de los vehículos gratuitamente. La comida era comprada y distribuida por una familia de miembros de nuestra iglesia, que además cocinaban la cena de los jueves en su propia casa. La ropa y los zapatos, la suministraba la administración de un Walmart que colindaba con una Iglesia Bautista de la ciudad, eran ropas nuevas de las que devolvían sin haber sido usadas. Además, recibíamos infinidad de donaciones de ropas, efectos electrodomésticos, etc.
El almacén de ropas y zapatos se estableció en un apartamento desocupado que tenía un miembro de nuestra iglesia en un edificio de su propiedad, nos, o facilitó gratis por un año. Los anaqueles y racks para la ropa los facilitó un miembro de la iglesia madre que vio una tienda que se había ido en bancarrota y fue y compró lo necesario para nosotros. Los almacenes eran atendidos por voluntarios que servían a los recién llegados.
Cuando yo inicie el Ministerio, contaba con que tendría que predicar, enseñar, visitar y hacer las labores pastorales típicas que todos conocemos, pero no había contado con lo que Dios tenía preparado para mí. La tarea era tan abrumadora que era del todo imposible hacerla por mi mismo. Pero uno de mis Jetros, que fue mi mentor, me ayudó a establecer las prioridades en el Ministerio para poder salir adelante. En verdad todos nos sentíamos como si estuviéramos viviendo en los días de la iglesia primitiva. Si no hubiera establecido bien las prioridades, aquello hubiera terminado en un rotundo fracaso, pero recuerdo con humildad como Dios nos mostró su fidelidad y en aquel año bautizamos a 56 personas que nunca antes habían escuchado el evangelio. Muchos fueron salvos por aquel ministerio. ¡A Dios sea toda la gloria!
He servido en muchos lugares y he desempeñado cargos en una Agencia de nuestra Convención por más de 20 años, y muchas de las cosas que logré fueron gracias a la “escuela” de aquel primer ministerio que aún llena la mayor parte de mi corazón de gratitud reverente a Dios por haberme permitido ser parte de lo que Él quería hacer con aquella gente que llegaba a aquella ciudad que amo profundamente.

PENSAMIENTO INICIAL:
          
Para ser eficientes, los líderes espirituales tienen que establecer prioridades bíblicas

PASAJE BÍBLICO: Éxodo 18 19-20:
19 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. 20 Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.

ANALIZANDO EL PASAJE BÍBLICO:
Moisés necesitaba concentrarse buscando la voluntad de Dios para los hijos de Israel mediante la oración, y enseñándoles a ellos las leyes de Dios y cómo aplicar los mandamientos de Dios diariamente a sus vidas.
Las lecciones de Moisés en cuanto a la administración tienen una aplicación muy importante para todos aquellos que servimos como líderes espirituales en la iglesia o en algún otro ministerio.
Los apóstoles tuvieron que aprender la misma lección cuando tuvieron que enfrentar una crisis durante los primeros días en la iglesia de Jerusalén. Se habían desatendido las necesidades de las viudas griegas, en la distribución diaria de alimentos.
Indudablemente que esta era una labor extremadamente importante, sin embargo, los apóstoles no podían invertir su tiempo distribuyendo comida. Ellos tenían que dedicar su tiempo a la oración y la predicación de la Palabra (Hechos 6:4). En síntesis, esta eran las mismas prioridades que Jetro le bosquejó a Moisés.
Probablemente tú no seas el líder principal en tu iglesia o ministerio y es muy seguro que sea una posición vocacional, sin recibir alguna remuneración, pero, aun así, tenemos que establecer prioridades bíblicas. Jesús captó la esencia de este principio cuando dijo: «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» Mateo 6:33.

PARA REFLEXIONAR
¿Cuáles son las prioridades que Dios quiere que tú establezcas de acuerdo a tu posición como líder?

REFLEXIÓN PERSONAL:
 ¿Piensa un momento en las cosas que quisieras hacer?
¿Por dónde pudieras comenzar?
¿Qué cosas crees que puedes hacer?
¿En qué tareas necesitas ayuda?
¿A quién pudieras pedirle ayuda?
¿Piensas que tú eres el único que puede hacer las cosas?
¿Tienes temor de que si una persona te ayuda puede equivocarse?
¿Cómo crees que obtendrías mejores resultados?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Le agradezco mucho su comentario.
Oscar