domingo, 16 de enero de 2022

Dios es Santo

Algo que no podemos perder de vista es que cuando hablamos de los atributos de Dios, aunque usemos términos que se aplican a los seres humanos, al referirnos a Él, estos términos toman otra dimensión. Lo mismo ocurre cuando leemos la Biblia en español o en cualquier otro idioma, y encontramos una referencia a Dios. Es por esta razón que, para estudiar Su naturaleza y atributos, en muchas ocasiones es necesario buscar la forma en la que aparece usado en el texto de la Biblia en hebreo o en griego si se trata del Nuevo Testamento. Si no has tenido la suerte de sudar tinta estudiando Griego o Hebreo, hay recursos que te pueden ayudar a superar eso. Una buena Biblia Interlinear puede ser una ayuda inapreciable que te abrirá nuevos horizontes, ampliando tu entendimiento de muchos pasajes. Es necesario que tengamos una mayor y mejor comprensión de nuestro Dios para que podamos relacionarnos con Él de una manera más íntima y personal. No podemos perder de vista el hecho de que fue Él quien nos escogió a nosotros y que, a pesar de nuestra rebeldía, nos ama y siempre nos ha amado y nos seguirá amando por toda la eternidad. Para tratar de comprender mejor la santidad de Dios, vamos a visitar con nuestra imaginación el Tabernáculo, así que, sin más preámbulos, entremos como hacía el Sumo Sacerdote al lugar Santo para tener un encuentro con el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, con El Shaddai, “EL DIOS TODOPODEROSO”. Frecuentemente encontramos en la Biblia que a Dios se le llama: El Hakkadosh; y esta expresión generalmente se traduce como: Dios SANTO. La naturaleza del Tabernáculo y el lugar Santísimo eran una especie de testigos de la santidad extraordinaria de Dios, en Éxodo 26:31-34 (RVR 60) dice: “31 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines; 32 y lo pondrás sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata. 33 Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo. 34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo”. Y en Levíticos 16:1-4 dice: “ 1 Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron. 2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. 3 Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto. 4 Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua”. Aunque estos requerimientos pudieran parecer un poco extraños y exagerados para nuestra cultura occidental, en plena época espacial, son solo elementos para tener en cuenta al considerar la santidad de Dios, que en verdad, es inimaginable para nosotros, que somos seres humanos pecadores. En verdad es algo que está más allá de nuestra imaginación. Piensa que ninguno de nosotros hubiera podido entrar, ni siquiera al lugar Santo. El profeta Isaías quedó estupefacto y atónito ante la Santidad de Dios, y escribió: “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. 2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. 4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. 5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. 6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas, 7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado”(Isaías 6:1-7). He tratado de imaginarme esa escena muchas veces en mi vida, pero me parece que resulta imposible hacer una comparación sensata, porque no hay nada de lo que conocemos o imaginamos que pueda compararse con la santidad de Dios. Leemos en Éxodo 34:29-35: “29 Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios. 30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él. 31 Entonces Moisés los llamó; y Aarón y todos los príncipes de la congregación volvieron a él, y Moisés les habló. 32 Después se acercaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todo lo que Jehová le había dicho en el monte Sinaí. 33 Y cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. 34 Cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo, decía a los hijos de Israel lo que le era mandado. 35 Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios”. Pienso que una de las enseñanzas de este pasaje para nosotros hoy, es que Dios desea que podamos reflejar cada vez más Su gloria y Su santidad a este mundo que nos está observando, teniendo en cuenta lo que implica la santidad de Dios. Debemos tener muy presente que todos los atributos de Dios son Santos, porque Dios es SANTO y todos Sus atributos son PERFECTOS porque Él es PERFECTO. Y la complejidad que encontramos en este asunto, viene por nuestra imperfección y pecado. ¿Te has preguntado alguna vez, cómo es que tú, siendo un ser imperfecto, te puedes relacionar con un Dios que es PERFECTO? Yo me he hecho esa pregunta muchas veces en mi vida. Hay muchas explicaciones teológicas pero estoy convencido de que la mayoría de nosotros no es capaz de comprender a plenitud la grandeza de este privilegio. En Salmos 96:9 leemos: “Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra”. Y en Salmos 99:3,5 y 9 Leemos: “3 Alaben tu nombre grande y temible; Él es santo […] 5 Exaltad a Jehová nuestro Dios, Y postraos ante el estrado de sus pies; Él es santo. […] 9 Exaltad a Jehová nuestro Dios, Y postraos ante su santo monte, Porque Jehová nuestro Dios es santo”. También en Salmos 29:2 se exalta la santidad de Dios, dice el salmista: “2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad”. No sé si he logrado confundirte más de lo que podías haber estado o si a lo menos percibes un rayito de luz. Voy a tratar de simplificar un poco algo muy complejo para ver si les puedo ayudar un poquito más. El escritor de Hebreos nos alerta diciendo: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Heb 12:14). La palabra Santo y sus cognados impregnan el NT y encuentran un lugar protagónico en los escritos post apostólicos. Sin embargo, estas palabras no siempre se entienden fácilmente, ya que la idea fundamental de las palabras que se usan en griego para Santo o Santidad y la raíz hebrea (q-d-š) que las subyace, están encarnadas en expresiones tales como "diferente de", "distinto", "dedicado a", "sagrado" y otras expresiones similares. Las ideas morales y éticas se derivan de estas palabras solo en la medida en que las personas se dedican o se comprometen a un cierto tipo de “dios”, en este caso, al Dios del AT y del NT, el Dios vivo y verdadero, el Dios que es pura bondad y que está vitalmente preocupado por lo moral y lo ético. Podemos decir sin ningún temor que la Santidad es una cualidad que caracteriza a nuestro Dios. Debemos detenernos un momento para tratar de examina brevemente algunos problemas que surgen cuando intentamos tener una comprensión precisa del concepto de la santidad en la Biblia. Las palabras "santo" y "santidad", en el mundo occidental moderno, expresan ciertas ideas que muchas veces no están alineadas con el uso que se hace de estas palabras en la Sagrada Escritura. Para definir la idea occidental de "santidad" los eruditos han buscado, durante mucho tiempo, una definición más precisa de lo que significa exactamente en la Biblia la palabra "santo". Por ese camino encontramos que hay a lo menos, dos temas que se usan para discernir el significado bíblico de la palabra "santidad". A riesgo de caer en una explicación simplista, voy a dar dos de los aspectos principales que considero que se tratan de explicar: 1. Proporcionar un retrato del lenguaje de la santidad en el mundo antiguo en el que se escribió la Biblia. 2. Examinar la gama de las teorías y metodologías propuestas para lo que significa exactamente la santidad en la Biblia. La naturaleza de este escrito no me permite adentrarme en ese terreno. Veamos brevemente algo que a mí, por lo menos, me aclara un poco este asunto: En la Biblia se usan las palabras "santo" y "santidad" que son una traducción del grupo en hebreo bíblico קדשׁ (qdsh), que incluye a las siguientes palabras: • קָדַשׁ (qadash), que se traduce como es “santo” • קֹדֶשׁ (qodesh), que se usa para referirse a algo que es “santo” • קָדֵשׁ (qadesh), que puede servir como topónimo, como "santuario", o referirse a una persona dedicada a la prostitución • קָדושׁ (qadwsh), que significa “santo” • מִקְדָּשׁ (miqdash), que significa “santuario” La Septuaginta generalmente traduce las palabras en hebreos como "santo" con alguna forma de la raíz ἅγ (hag). Por lo tanto, dondequiera que la Biblia hebrea usa el grupo de palabras קדשׁ (qdsh), la Septuaginta usa las palabras: "santo" y "santidad". Y también traduce al grupo de palabras hebreas bíblicas קדשׁ (qdsh), incluyendo las siguientes formas: Para "santo" usa alguna forma de la raíz ἅγ (hag), de modo que dondequiera que la Biblia hebrea usa el grupo de palabras קדשׁ (qdsh), la Septuaginta usa palabras en griegos como "santo" (ἅγιος, hagios) o "ser santo" (ἁγιάζειν, hagiazein). El Nuevo Testamento también usa la raíz ἅγ (hag) para comunicar el concepto de santidad, especialmente cuando se hace referencia al contexto del Antiguo Testamento. Dado que el Nuevo Testamento depende del lenguaje de santidad en el Antiguo Testamento, la mayoría de los eruditos se han concentrado principalmente en el Antiguo Testamento. En consecuencia, es importante examinar el antiguo contexto de santidad bíblica del Cercano Oriente mirando a la literatura del mundo antiguo. Este tema es fascinante, pero complejo y mi intención no es meterme en ese terreno. Por lo pronto nosotros también como dice el viejo himno, repetimos: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios todopoderoso… Y hoy podemos repetir: El Hakkadosh, JVHV Elohim, El Shaddai…

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Oscar